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Regístrate y accede a la revistaConversamos Claudia Pedreros, Directora del Programa y del Instituto Ciencias de la Familia de la U. de Concepción. Nos contó sobre los orígenes, fortalezas y desafíos de esta iniciativa.
Se trata de una de las siete alternativas a las cuales pueden optar los establecimientos educacionales para educar sobre sexualidad y afectividad.
¿Qué es la sexualidad?
Entendemos la sexualidad como el conjunto de aspectos que abarcan atoda la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su mente, y que la configuran como hombre o como mujer. De aquí se deriva una fuerza interior que está referida a la afectividad, a la capacidad de amar y a la aptitud para relacionarse con los demás.
La sexualidad es la expresión de la totalidad de la persona, con maneras determinadas de sentir, amar y reaccionar que, tanto en el hombre como en la mujer, son distintas y complementarias.
¿Cómo se gestó el programa ‘Aprendiendo a Querer’?
En 1985, preocupados por los efectos nocivos de la falta de educación en valores en los sistemas educativos a nivel mundial, se resolvió crear un currículum dirigido a cubrir las necesidades de la juventud que ayudara a los padres en la difícil tarea de educar. Se potenció una nueva idea para transmitir los valores a los jóvenes: una historia continua en sucesivas novelas donde los personajes fuesen creciendo año a año, encarnando los anhelos y experiencias de todo niño y adolescente.
Algo parecido ya se trabajaba en casi toda Latinoamérica y Estados Unidos, y gracias a una alianza con AFF (Alliance for the Family) y la Universidad Católica de la Santísima Concepción llegó a Chile en el año 2006, donde ya ha sido implementado en más de 30 colegios.
¿Cuáles son las características de este programa?
‘Aprendiendo a Querer’ es un programa diseñado con una duración de 12 años. Cada uno de los 12 niveles incluye un libro de estudiantes y un manual para el profesor. Cada nivel está compuesto de 35 lecciones secuenciales de una hora de duración y puede ser incluido en cualquier sistema escolar en clases semanales.
El objetivo del programa es formar mediante la integración natural, entre conocimiento y desarrollo físico, psíquico, espiritual y social de un niño o adolescente, personas íntegras, libres, con voluntad férrea, capaces de diseñar y ejecutar su propio proyecto de vida.
¿Qué visión tienen del hombre?
Presenta una visión antropológica clara centrada en la persona humana (biológico, psicológico, social y espiritual), tiene textos de apoyo para el alumno y el docente, dafundamental relevancia a conceptos como amor, responsabilidad, familia y matrimonio como proyecto de vida.
Abarca la educación desde Primero Básico y centra la sexualidad en forma integral, no sólo en el ámbito biológico y/o emocional.
¿Cómo ha evolucionado en los jóvenes la aplicación de este programa?
El programa permite que los jóvenes reflexionen acerca de sus decisiones y las consecuencias que éstas traen.
De acuerdo a cada edad, ellos tienen que considerar temas como la familia, la amistad, la presión que ejercen los compañeros, el romance, la sexualidad, el amor, el matrimonio y otras consideraciones como: la lealtad, el trabajo en equipo, las responsabilidades personales, el respeto a la propiedad, entre otras.
Aspectos diferenciadores
Si quisiéramos comparar los programas, ¿cuáles serían las fortalezas de ‘Aprendiendo a Querer’?
Entre las fortalezas está el hecho de que concuerda con los lineamientos del MINED UC además de contar con textos avalados internacionalmente y preparados por expertos, en 35 lecciones preparadas para ser implementadas en el aula.
Además, las fichas del docente facilitan el trabajo en clases y la fundamentación valórica de los temas apunta al desarrollo integral de las personas. Las clases se tornan dinámicas con un trabajo ordenado y guiado y las capacitaciones están realizadas por profesionales con experiencia,quienes tienen contacto directo con docentes y orientadores y buscan formar en ellos líderes no sólo en el aula de clases sino también con los padres y apoderados de los establecimientos educacionales.
¿Qué falencias se observan en los otros programas que existen?
Algunos programas omiten el ordenamiento de la sexualidad humana al amor. Por lo que el programa ‘Aprendiendo a Querer’ se caracteriza en dar énfasis a la dimensión ética de la sexualidad centrada en virtudes y valores morales, abarcando la dimensión espiritual del hombre y la mujer. Incluye temas de regulación de la fertilidad, métodos naturales, abuso sexual y roles de género.
Otros programas proponen modificar los roles sexuales, pudiendo alterar la constitución de la familia y de la sociedad y crean un ambiente sexualizado en niños y jóvenes. Algunos relegan el hecho de que la persona humana desde su concepción biológica es sexuada, hombre o mujer, y otros son ambiguos en el concepto de promoción de una vida sexual sana y de calidad.
¿Cuáles son los desafíos que tienen a futuro?
Una de las tareas pendientes como programa es que al ser implementado en los últimos cinco años aún no tenemos resultados estadísticos locales de su impacto, pero la experiencia local de los establecimientos que lo han utilizado es muy satisfactoria.
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