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Está comprobado que el arte musical y nuestro lenguaje comparten un pasado evolutivo común. De hecho, se producen reacciones al interior del cerebro cuando un alumno escucha música o interpreta un instrumento musical, cuenta el destacado psiquiatra chileno y relator de grupoEducar Sergio Canals.
Por Marcela Paz Muñoz Illanes
Según un estudio publicado por la Universidad de Florida del año pasado, la música involucra una mayor cantidad de acciones a nivel cerebral, que cualquier otra actividad. Se asegura en la investigación, que además de activarse la corteza prefrontal, el lóbulo temporal, el cerebelo, se producirían importantes consecuencias a nivel del comportamiento y la conducta de los alumnos. Los estudiantes asiduos a la música mejorarían sus habilidades del lenguaje, de razonamiento, reducen sus niveles de agresividad, perfeccionan sus resultados académicos. Pero además la música podría contribuir al tratamiento de enfermedades como el Parkinson, el Alzaimer y el Autismo.
Tal como coinciden los expertos, la música es capaz de despertar a casi todo el cerebro y, no por nada muchos de los genios más importantes, como Einstein, tenían una fuerte pasión por ella. De esa realidad conversamos con el destacado psiquiatra chileno y relator de grupoEducar, Sergio Canals.
¿Qué reacciones se producen al entrar en contacto con la música los niños y adultos?
Escuchar música se asocia directamente a la imaginación y la creatividad y a las habilidades cognitivas en general, como las espaciales y de memorización. Está comprobado que aprender a tocar un instrumento musical favorece las habilidades corporales motrices.
¿Qué asociaciones se producen a nivel de nuestro cerebro?
Podría realizar una interesante analogía: Escuchar música en tiempo rápido y en tonalidad mayor crea reacciones de felicidad, pero en cambio, oír música en tiempo lento y tonalidad menor induce tristeza.
¿Qué hemisferios del cerebro es posible activar gracias a la música?
En los no músicos es el hemisferio derecho el que la lee. En cambio, quienes son músicos o se han transformado en aquello, activan zonas del hemisferio izquierdo.
¿Están preparados nuestros docentes para enseñar a amar la música?
Respecto a la formación de los profesores, antes los normalistas estaban obligados a tocar un instrumento (violín y guitarra por ejemplo). Hoy no se privilegia ese aspecto en la formación del profesorado, lo que creo es un error, ya que esta práctica ayuda en el desarrollo a desplegar lo propio del hombre; es decir, su humanidad.
La realidad se transforma en algo maravilloso y trascendente cuando adquiere su cualidad musical.
¿Qué sucede con el aprendizaje y la música?
La música sí favorece el aprendizaje cognitivo, siempre que permita la focalización y la tranquilidad. También contribuye a desarrollar la inteligencia corporal a través del ritmo y el movimiento (baile). Las habilidades que favorece particularmente son las emocionales y espirituales, pero pertenecen a las mal llamadas habilidades blandas, más bien “sutiles”.
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