Vivimos rodeados de cuerpos geométricos, el espacio de los niños está siempre formado por cosas cuadradas, por esferas, círculos, por cubos pirámides etc, y estos tienen su significado concreto en las ventanas, en los balones o en juguetes.

Además nuestro lenguaje verbal diario posee muchos términos geométricos, por ejemplo: punto, recta, plano, curva, ángulo, paralela, círculo, cuadrado, etc. Si nosotros debemos comunicarnos con otros sobre la ubicación, el tamaño o la forma de un objeto la terminología geométrica es de gran ayuda. En general un vocabulario geométrico básico nos permite comunicarnos y entendernos con mayor precisión acerca de observaciones sobre el mundo en que vivimos.

De ahí la importancia que tiene la enseñanza de la geometría en los colegios, y la capacitación de los profesores para enseñarla. Por eso el Museo Interactivo Mirador, por estos días realiza un curso de capacitación a profesores denominado “Geometría en nuestro entorno: del plano al espacio, descubriendo cambios y movimientos”.

El curso destinado a docentes de Educación Básica en ejercicio activo en aula que imparten la asignatura de matemática de 1º a 6º Básico, busca otorgar un rol protagónico al profesorado asistente, buscando poner en juego sus conocimientos, habilidades y actitudes, a través de un espacio dónde puedan experimentar desde la perspectiva del estudiantado estrategias metodológicas para la enseñanza y el aprendizaje de la geometría.

La principal propuesta metodológica del curso, se sustenta en relevar el Modelo Educativo MIM, que “…tiene como eje central, el aprendizaje a través de la experiencia, que tiene además tres aspectos importantes. La interactividad, es decir, ofrecer la posibilidad de manipulación y la relación directa de los estudiantes con los fenómenos científicos; además la exploración autónoma, apelamos a que nuestros módulos permitan a que los visitantes del museo puedan desarrollar su propio aprendizaje, de acuerdo a sus intereses y ritmo, y la tercera clave es que tiene que ser lúdico”, explica el jefe de educación del MIM, José Antonio Quintana.

Para Quintana, “este modelo da una mirada distinta de los procesos de aprendizajes, y lo que se busca es compartir la experiencia que se ha adquirido de la educación no formal a los profesores”.

“La importancia de cursos como el que dicta actualmente el Museo Interactivo Mirador es que si bien no hay una entrega de profundización de contenidos, los profesores adquieren herramientas para enseñar la ciencia, en este caso la geometría de manera lúdica”. Esta instancia educativa es organizada por el Programa Nacional de Formación Continua para Profesores del MIM, que en 2017 perfeccionó en ciencias a 751 docentes en varias regiones del país, sumándose a los más de 10.000 que han participado en instancias de desarrollo profesional desde el año 2000. Esto apunta a democratizar el acceso a las ciencias y contribuir con la alfabetización científica y formación de ciudadanos del siglo XXI.