En una oportunidad, el diario La Tercera denominó a Hualañé como “la pequeña Finlandia chilena”, por ser una comuna que aplica buenas prácticas en educación, sin discursos, basándose en la confianza y colaboración. Ha sido un trabajo silencioso que ha dado buenos resultados. Conversamos con su alcalde, un férreo defensor de la educación municipal. 

Por Angélica Cabezas Torres

Emplazada en la zona noroeste de la Región del Maule, Hualañé es una comuna que aún conserva la tranquilidad de antaño. En sus calles se puede ver gente de esfuerzo, mayormente agricultores y campesinos, es una comuna “quitada de bulla”; sin embargo, en más de una oportunidad ha ocupado páginas de los diarios nacionales por los buenos resultados que ha obtenido en el Simce y en la PSU.  

¿Cuáles son los factores que marcan la diferencia en la educación municipal de Hualañé?, le preguntamos a su alcalde, Claudio Pucher (RN), quien ocupa por segunda vez el sillón edilicio de esta comuna de 10 mil habitantes y donde casi la mitad de la población pertenece a sectores rurales.  

“La diferencia la hace el compromiso que existe de todos los actores involucrados: de los apoderados, alumnos, profesores y del municipio. Nosotros, en Hualañé, no tenemos grandes riquezas, no hay fábricas ni industrias, no somos una comuna rica; por lo tanto, estamos convencidos de que el único vehículo que nos puede transportar a una mejor calidad de vida y a ser mejores personas es la educación”, responde el alcalde. 

¿Con qué acciones concretas han logrado comprometer a la comunidad escolar con la educación? 

–Como municipalidad, tenemos que estar preocupados de la educación. Lo primero que hicimos cuando asumimos la alcaldía (2008), fue mejorar la infraestructura y dar condiciones de igualdad en todos los colegios de la comuna. Asimismo, empoderamos a los directores, haciéndolos que tomen decisiones y sepan que son importantes. Los recursos que llegan para cada uno de los programas de educación son trabajados directamente en cada uno de los colegios; tomamos en cuenta la opinión de los consejos escolares; hemos realizado talleres de liderazgo con los alumnos, entre otras acciones. 

El concejo municipal también debe comprometerse con la educación, en el sentido de estar preocupado, fiscalizar, controlar y valorar lo que se hace, resaltar lo positiva que es la educación. De esta manera se va concientizando en los alumnos y apoderados la importancia de la educación para formar buenas personas y lograr que los chicos sean profesionales en el futuro. 

¿Sus hijos, dónde estudian?

–Mis tres hijos están en colegios públicos de la comuna, en el Liceo de Hualañé, en el colegio de Orilla de Navarro y en el colegio de la Huerta de Mataquito. Hay gente que habla de educación pública, pero no tienen a sus hijos en la educación pública ni han pasado ellos por ésta y tampoco van a tener a sus nietos en la educación pública.

Creo que es la manera de hablar con propiedad, conocer la realidad de la educación municipal. Yo no quería que mis hijos se perdieran de estar en la educación pública. Aquí hay verdaderamente integración, van los hijos de las personas que trabajan el campo, de las dueñas de casa, de los carabineros, de los profesores, de todos.  

¿Cómo han manejado el tema de los recursos? 

–Cuando yo asumí la alcaldía teníamos un déficit de 380 millones de pesos en educación y el municipio debía suministrarle recursos al departamento de educación para que funcionara. Ahora, ese déficit ya no está. ¿Cómo se logra? Haciendo buen uso de los dineros que llegan de la subvención y no gastarlo en otras cosas, como en contrataciones políticas y dando cargos. 

Afortunadamente, por los buenos resultados públicos que hemos tenido en educación, nuestra matrícula ha ido creciendo; por lo tanto, eso también nos permite tener mayores ingresos y por ende mejorar aún más. 

En el Simce 2014, el Liceo de Hualañé, dentro de los colegios vulnerables, obtuvo el 4° lugar a nivel nacional en 2º medios. También tuvimos puntaje nacional en Matemática en la PSU 2013. Estos logros tienen como resultado que lleguen alumnos de otras comunas a estudiar a Hualañé, de Vichuquén, Licantén y también de Curepto. 

Yo creo que con los recursos que hay, haciendo buen uso de ellos y con más fiscalización, la educación se puede financiar. No es a corto plazo, pero sí a mediano plazo. 

¿Cree que es posible garantizar calidad en la educación municipal?

–Por supuesto, es posible asegurar calidad, es posible también que los gobiernos locales  tengamos mayor control de los recursos. La ventaja que tenemos es el contacto directo con los apoderados, con los vecinos, ellos nos plantean directamente sus inquietudes. En ese sentido, la desmunicipalización sería realmente un retroceso grandísimo para las comunas más alejadas como la nuestra. 

¿De qué manera les afectará la desmunicipalización?

–Yo estoy totalmente en contra del proyecto de desmunicipalización, sobre todo para las comunas más alejadas y rurales como la nuestra, porque son realidades distintas a las que viven las comunas más grandes y ciudades más concentradas.  

Nos afectará porque la comunidad no va a tener la posibilidad de plantear directamente a las autoridades sus inquietudes como lo hace ahora. Hoy es posible hablar con el alcalde y concejales sobre lo que está pasando en tal colegio, en mejoramiento de infraestructura, con los profesores, dificultades con los alumnos, problemas de transporte, etc. Después, eso no va a ocurrir porque la educación va a depender de agencias, no serán las autoridades locales las que van a responder a la comunidad. 

Creo que el tema va a ser peor de lo que hoy día está. La educación municipal debe continuar, lo que debe haber es mayor fiscalización para lograr que verdaderamente los recursos se gasten en los programas para los cuales vienen destinados.