Cerca del 70% de lo que se sabe acerca del funcionamiento del cerebro se ha descubierto en los últimos 20 años. El problema está en que los científicos no han sido capaces de traspasar esa información a los docentes y a quienes diseñan las políticas educativas, asegura el doctor Sergio Mora, investigador y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes

¿Cómo aprende el cerebro? ¿Qué rol juega la educación en las conexiones neuronales? ¿Cuánto influyen las emociones en el aprendizaje? Estas y otras preguntas respondió el destacado académico e investigador, Sergio Mora, quien participó en el Seminario “Neurociencia y Educación: la emoción de Aprender” organizado por Grupo Educar, el pasado 10 de julio en el Edificio Telefónica.

Tal como indica, “aprender es hacer nuevas conexiones y recordar nos permite mantener esas conexiones vivas, asegura el experto. En consecuencia, nuestro cerebro crece y se desarrolla gracias al aprendizaje continuo que genera no solo mayor cantidad de sinapsis (Sinaptogénesis) sino que permite que sobreviva una mayor cantidad de las nuevas neuronas (Neurogénesis) que nacen diariamente en nuestro cerebro durante toda la vida”.

Añade: “si los estudiantes perciben que lo que tratamos de enseñar guarda relación con sus intereses, con sus emociones, con lo que ellos aman o lo que ya saben, se producirá el cambio en las conexiones neuronales, y finalmente, aprenderán”. Los profesores “deberíamos reflexionar acerca de si nuestras prácticas docentes están de acuerdo con el funcionamiento del cerebro y con la amplia diversidad de estilos de aprendizaje, tipos de inteligencia o talentos de nuestros estudiantes. No basta con conocer el cerebro, es mucho más que eso”.

¿En qué periodos de la vida es más claro el proceso de aprendizaje del cerebro humano?

Esto es más evidente en periodos cruciales del desarrollo del niño, alrededor de los tres años y en la pubertad. El aprendizaje, especialmente aquel que va acompañado de placer, ha demostrado que actúa como un tónico o como un antioxidante, porque permite la liberación de una serie de factores neurotróficos, es decir químicos que protegen y favorecen el crecimiento de nuestro cerebro y, además retardan el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

¿Cuál es el rol de los profesores?

Está en nuestras manos mejorar el funcionamiento del cerebro y ayudar a nuestros estudiantes a que aprendan a usarlo bien. Pero para cumplir esta función es indispensable conocer cómo funciona el cerebro cuando está aprendiendo, cuáles son las condiciones en que aprende mejor y proporcionar estas condiciones a nuestros alumnos. De allí nace la relación entre cerebro y educación, que no es otra cosa que aplicar las neurociencias en el aula.

Es lamentable que muchos profesores enseñen sin tener idea como aprenden sus alumnos. Esto era comprensible cuando el único apoyo que teníamos eran las teorías de la psicología conductista; pero ahora somos testigos de un nuevo paradigma, gracias a los enormes avances que ha experimentado la investigación en neurociencias en los últimos 25 años. Como dice Erik Jensen, el cerebro participa en todo lo que se piensa, se dice o se hace en el colegio; ignorarlo es irresponsable.

¿Cómo se vincula el cerebro el aprendizaje?

El aprendizaje es un cambio que se produce en el cerebro, que permite que sigamos aprendiendo. Es una necesidad biológica e inevitable. Según James Zull, “enseñar es el arte de cambiar el cerebro o, al menos, crear las condiciones para que el cerebro de nuestros estudiantes cambie”. Los estudiantes, muchas veces a pesar de sus profesores, están continuamente aprendiendo, solo que no siempre lo que sus profesores quieren que aprendan.

¿Cómo motivar a los alumnos?

La motivación consiste en transformar las emociones en acción y es efectiva cuando va acompañada o promete algún tipo de recompensa. La neurobiología de la motivación nos entrega herramientas muy valiosas para entender cómo funciona en los niños y qué importancia tienen los premios y castigos para general o no la motivación intrínseca.

¿Qué rol juega el estrés?

Es muy importante en el aula, asociado con el nivel de exigencia. Un ambiente de “alerta relajado” facilita que fluya la motivación. Esto significa someter a los estudiantes a desafíos, resolución de problemas de dificultad moderada (lo que le gusta mucho al cerebro) y en ausencia de miedo o ansiedad. Tanto la ausencia de estrés, como su exceso son perjudiciales para el aprendizaje, por lo que debemos evitar la rutina y el aburrimiento, por una parte, y las amenazas o amedrentamiento, por otra.