El gasto energético que tiene un niño en etapa escolar es enorme, y una alimentación adecuada es fundamental para dar respuesta a las múltiples necesidades de ellos. La alimentación debe ser ante todo equilibrada, es decir, se debe consumir de todos los grupos alimenticios en cantidades adecuadas.

Pero, ¿cuánta leche debe consumir un niño que asiste al colegio? La nutricionista Kissy Villalobos dice que “3 porciones de leche es lo adecuado, es decir, un vaso de leche, un yogurt y una porción de quesillo” por ejemplo. Pero aunque es saludable, la leche no reemplaza comidas. El aporte nutricional de las verduras, la carne y los cereales, es tan importante como el calcio que aporta la leche.

La formación de huesos sanos y firmes en la infancia es fundamental para evitar daños en la vida adulta. Y los lácteos son la principal fuente de calcio y no tiene reemplazantes en otras “leches” de
origen vegetal. En el mercado existe gran variedad de leches, como la de arroz, soya o almendra, pero los lácteos son productos derivados de la leche, que por definición corresponden al fluido blanco que proviene de la glándula mamaria de una hembra. Por lo tanto, no existe otra comida que pudiera ser análoga cuando proviene de origen vegetal.

La leche al desayuno que los escolares consumen diariamente antes de dirigirse a clases, es de los hábitos saludables que se debe fomentar, y debiera mantenerse hasta la adolescencia. Sin embargo, el exceso de leche también es perjudicial. Kissy Villalobos señala que “la leche al aportar proteínas, el exceso de estas causa daño renal en los niños. Además el exceso de calcio puede llegar a disminuir la absorción de hierro, ya que el calcio interfiere en la absorción de hierro a nivel intestinal”.

Ración de leche diaria

Dos vasos de leche aporta a un niño de 5 años alrededor del 20 % de su necesidad diaria de calorías, un 40 % de las proteínas, que son de excelente valor biológico, y un 70 % de
calcio.

La nutricionista explica que «un vaso de leche se puede reemplazar por un postre de leche, por ejemplo, pero éste debe ser con leche descremada y sin azúcar. Y en casos de postres como arroz con leche, ya está incluido el cereal, por lo que no se debería además comer pan”.

Los lácteos más recomendados son aquellos bajos en grasas y azúcar. Esto para evitar el aporte excesivo de calorías provenientes de azúcares simples y grasas que pudieran predisponer a
sobrepeso u obesidad, entre otros problemas.

Más información: http://www.fao.org/economic/est/est-commodities/leche-y-productos/la-leche-en-las-escuelas/dia-mundial-de-la-leche-escolar/es/