Marie Curie es sin duda la más famosa de las mujeres científicas. Química y física de nacionalidad polaca, dedicó su vida a la radioactividad, término que ella misma acuñó. Ganó dos Premios Nobel por su trabajo y a 85 años de su muerte, su trabajo sigue siendo ampliamente reconocido.

Sin embargo, encontrarse con científicas no es tan común. En Chile, como una manera de impulsar la participación femenina en el área, se realiza -por tercera vez este año- el Concurso Nacional de Videos Mujeres Chilenas en Ciencias, organizado por la Academia Chilena de Ciencias, el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile y el Centro de Nanotecnología, Cedenna.

El objetivo es “visibilizar el trabajo de las científicas en el país, y está cumplidísimo”, cuenta Dora Altbir, directora de Cedenna. Además de los participantes, el certamen ha convocado a una cantidad importante de seguidores en redes sociales y en otros círculos que consideran interesante conocer más de la ciencia que se hace en Chile y que desarrollan las mujeres”.

En su calidad de mujer científica, Altbir es además Doctora en Física de la Universidad Católica, profesora titular de la Universidad de Santiago y directora de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la Usach.

Asegura que actualmente existen diversas propuestas y metodologías educacionales para incluir más mujeres en ciencia. Sin embargo, la clave está en la educación. “Creo que lo principal es mostrar a los niños y jóvenes que esto no tiene género. Es importante que los más pequeños vean modelos a seguir de mujeres y hombres que realizan aportes relevantes en diversas áreas de la ciencia, y que la gente los valora por igual”.

Es por esto que el rol de los docentes es fundamental. Teresa LeMay es profesora de física en un colegio mixto y explica la importancia de hacer ver a las niñas desde pequeñas las posibilidades que tienen de ser un aporte en esta materia. “En las mujeres es un poco más complicado lograr que se interesen en las ciencias. Basta con mirar los ramos electivos, en los que el mayor porcentaje de los alumnos que elige esta área es masculino”, dice. “Pero debemos fomentar día a día la integración femenina en estos ámbitos, y creo que la mejor manera es con ejemplos de casos exitosos”.

 “Quisiera destacar el rol primordial que tienen los profesores, incentivando a sus estudiantes a buscar más información, a indagar, a preguntar”, agrega Altbir.

Camino al cambio

Marie Curie se convirtió en la primera gran exponente femenina en ciencias hace varias décadas, y el camino ha ido avanzando. La directora de Cedenna cuenta el gran cambio que ella ha presenciado desde que estudió en la universidad hasta el día de hoy. “Cuando cursaba la licenciatura o el doctorado éramos pocas las mujeres en la Facultad de Física de la PUC. Pero cuando comencé a trabajar en la Universidad de Santiago la situación era diferente, pues había varias académicas mujeres en el Departamento de Física”.

En Chile actualmente la presencia de las mujeres se hace más común, e incluso las últimas dos presidentas de la Academia de Ciencias han sido mujeres. “Sin duda esto evidencia que se han iniciado los cambios”, dice. “Por otra parte, ser una mujer científica hoy conlleva los mismos desafíos que ser mujer en muchas otras áreas. Hay que trabajar duro, concentrarse, interactuar con otras y otros colegas, cumplir metas, alcanzar objetivos y, junto con esto, vivir la vida que una quiere y realizarse en lo personal y lo laboral”, concluye.