Según estudios, la asistencia a espectáculos es clave a la hora de conseguir una “mens sana in corpore sano”. Entonces ir al teatro ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas, y en especial de los adolescentes, que pasan por una época de cambios e incomprendida la mayoría de las veces.

El Teatro Camilo Henríquez, a través de un proyecto de mediación, y con el financiamiento de la SEGEGOB, trabaja actualmente en llevar a los adolescentes al teatro. Por medio de convenios con 15 liceos de las comunas Santiago, Quilicura e Independencia, jóvenes de III y IV medio podrán
asistir de manera gratuita al teatro.

Paulina Urrutia, directora artística del teatro señala que”… hoy los jóvenes, con la tecnología son más bien individualistas. Ir al teatro es una actividad que se hace en grupo, se participa de un espectáculo como parte de un grupo, lo que ayuda a que jóvenes tengan nuevas experiencias”.

“El teatro es espectáculo vivo, que no solo entretiene sino que además educa. Tiene historia, arte, música, danza y además permite a los asistentes verse reflejado en algún personaje y desde ahí hacer comparaciones con lo que se vive”, señala Urrutia.

Si bien no hay una programación especial para jóvenes, ellos tienen la posibilidad de asistir, durante dos años, a las obras que tenga en cartelera el teatro. Se les entrega una credencial, donde está la cartelera del teatro y los teléfonos, para que ellos mismos llamen y digan que día pueden ir. Pueden armar un grupo y van con un profesor el que también entra gratis.

Para la directora del teatro esto ayuda a llenar la butaca cesante “ no todas las obras se llenan, algunas más y otras menos, entonces los estudiantes pueden ir a ocupar esa butaca y así la obra tiene mayor público y los estudiantes se favorecen con la programación”.

Los beneficios de asistir al teatro son de lo más variado, partiendo por la desconexión de la rutina. Sentir otras historias hace que el cerebro deje de pensar en esas cosas que agobian. Dejar el celular durante una o dos horas, apagado, sin estar pendiente de todas las notificaciones y cambiar literalmente de escenario, ayuda a desconectarse.

Ir a ver obras cómicas, donde reírse es el panorama asegurado, ayuda a la salud. Se sabe que utilizamos más de 400 músculos cuando nos reímos, abdominales incluidos. Según algunos estudios, reírse durante 20 segundos tiene el mismo efecto sobre la salud que hacer tres minutos seguidos de un ejercicio aeróbico (como correr o montar en bicicleta).

Al reír, el cuerpo libera endorfinas y serotonina, sustancias producidas por las células del sistema nervioso central, que ayudan a reducir el dolor , además la risa y el humor reducen los niveles de estrés.
Por otro lado una obra que nos haga llorar ayuda al desahogo. Estudios de laboratorio realizados para el ensayo Cry Me A River: The Psychology Of Crying, publicado en Science Daily, demostraron que los efectos calmantes del llanto, los que experimentamos cuando ya ha pasado la angustia inicial, duran más a nivel corporal que los daños del estrés.

Por último, asistir a espectáculos artísticos como obras teatrales, mejoran el ánimo y el humor, que se ha estudiado que tienen una relación directa con la salud física, y un sistema inmunológico más robustecido.

Estos beneficios los podrán tener un grupo de jóvenes a través de este proyecto de mediación, pero además ellos podrán visitar los camarines del Silva Henríquez, conversar con actores y directores, estar en el escenario, sacarse fotos, es decir, conocer más de teatro.