Cada año la lista de jóvenes que desean continuar sus estudios en el Colegio Técnico Industrial Don Bosco de Antofagasta supera con creces el número de matrículas disponibles y eso se debe a la calidad de la educación que entregan. Conversamos con su director, Gary Muñoz, quien desde su experiencia compara ambos sistemas de formación y entrega algunas sugerencias al respecto.

Por Angélica Cabezas Torres

 Emplazado en plena población Teniente Óscar Bonilla, ubicada en un sector altamente vulnerable de Antofagasta, el Colegio Técnico Industrial Don Bosco se ha ganado su espacio, respeto y prestigio. Cerca de 1.200 alumnos asisten cada día a este establecimiento, que entrega formación entre séptimo básico y cuarto medio. Se trata de un establecimiento técnico profesional, que imparte las especialidades de Electricidad, Electrónica, Mecánica Industrial y Mecánica Automotriz, las tres primeras en sistema de formación tradicional y la última bajo el sistema de formación dual.

Su director, Gary Muñoz, asegura que el gran valor agregado que otorga la formación dual “es el aprendizaje significativo desarrollado en un ambiente real, no simulado. “En el período dual, los alumnos tienen la posibilidad de conocer varias empresas, incrementando su experiencia, mientras que los alumnos que asisten a colegios con formación TP tradicional, en su prepráctica no lo pueden hacer”.

Asimismo, indica que por esta razón, “el alumno dual tendrá mayor posibilidad de inserción laboral y lograr ser experto en un área determinada. Los aprendizajes que se internalizan con la práctica, no se olvidan jamás. Es una instancia directa del aprender hacer, facilitando su vida laboral posterior”.

¿En qué aspectos hay que poner énfasis para que el sistema dual de educación sea exitoso?

• En aspectos claves, como el tipo de empresa, que cuente con la o las personas enfocadas en el aprendizaje de los jóvenes.
• Que la seguridad sea algo instaurado en las personas y que se proyecte a los alumnos duales.
• Que los valores positivos sean los principales motores del aprendizaje.
• Enfocarse en cada alumno y resolver sus problemas.
• La comunicación real entre los actores principales que son: colegio, apoderado y empresa.

¿Qué consejos puede entregar para aquellos colegios que están pensando en establecer el sistema de formación dual?

• Investigar si existe un campo laboral, real y próximo para poder fiscalizar el desempeño del alumno y la empresa.
• Conocer las empresas de la zona relacionadas con la especialidad y saber cuántas están en condiciones de recibir a los alumnos.
• Indagar las claras intenciones del empleador, para evitar malos entendidos y el abuso laboral.
• Poseer un plan de estudios acorde a la realidad laboral-empresarial.
• Confianza en los procesos educativos y la coordinación del sistema dual con personal idóneo. Garantizando el rol efectivo del coordinador dual.

Y en cuanto al sistema de formación tradicional, ¿de qué manera los alumnos se pueden acercar de igual modo a la realidad de las empresas desde los primeros años de estudio?

• Implementar talleres acorde a la realidad productiva-empresarial.
• Reafirmar la experiencia de la prepráctica intermedia.
• Implementar estrategias de aprendizaje basadas en proyectos.
• Realizar las simulaciones más apegadas a la realidad productiva.
• Planificar minuciosamente las visitas a empresas, de manera que estén enfocadas a la especialidad misma.
• Poseer un plan de estudios aplicados a la realidad de la región.