«Por qué el silencio aturde más que el ruido. Por qué el amor puede con todo hablarnos de capacidad o destrucción. Por qué cuando no sentimos nada buscamos frenéticamente la búsqueda de ese algo».

Son las palabras de Nadia Matías Morales, alumna de 8° básico del Colegio Diocesano Obispo Labbé, Iquique. Durante el año pasado, se le dio la oportunidad a estudiantes de colegios de la RED Irarrazaval de expresarse a través de cuentos y poesías. Muchos de ellos dejaban entrever su percepción respecto de la pandemia, los encierros y el estar alejados de sus seres queridos. 

La iniciativa se dio a raíz del programa de formación de mentores de Academias Literarias de la RED Irarrázaval, donde 40 profesores de la RED Irarrázaval participaron en 2021 de su segunda edición, que fue guiada por el poeta, narrador, antologador y traductor chileno, Armando Roa. El taller finalizó con la publicación de una selección de textos de los estudiantes producto de actividades realizadas por los profesores de la Academia en sus colegios.

“Que los niños vean el potencial que tienen”, señala Consuelo Gómez, profesora de Lenguaje del Centro Educacional Luis Rutten de Talca, como una de las ventajas de la creación literaria. Consuelo participó junto a una compañera de su colegio en el programa de formación de mentores de Academias Literarias de la RED Irarrázaval y cuenta que “fueron instancias bastante provechosas, tuvimos la oportunidad de conocer a otros colegas, de otros contextos y a partir del diálogo, y de la mediación por parte de Armando Roa, compartimos experiencias sobre las actividades literarias y sobre la impresión que nosotros teníamos para animar a nuestros estudiantes a la literatura y a la creación”.

Paralelo a la realización del programa, durante el año, Consuelo, junto a sus colegas, realizó distintas instancias de literatura y a partir de ellas, obtuvo trabajos de los alumnos que posteriormente fueron seleccionados para el compilado final. Por ejemplo, cuenta, que durante la celebración del mes del libro, los estudiantes crearon relatos, poemas, sobre su experiencia en la pandemia. Luego, el segundo semestre, en el marco del aniversario del liceo, los invitaron a escribir sobre qué sentían al ser parte de la institución. “Tuvimos la oportunidad de mostrar estas creaciones y al final del año nos enviaron una nómina de los seleccionados”, cuenta.

Para Yesenia Jiménez, docente del Liceo Particular Padre Alcuino de Malalhue, el programa fue un éxito, y eso se vio reflejado en la academia que realizó en el colegio donde trabaja: “La academia tuvo una gran participación. Tuvo la colaboración de todos los colegas, de los alumnos, de las coordinadoras, de las asistentes. Fue una experiencia muy bonita, porque todos tuvieron ánimo de participar”, cuenta y agrega que, sin duda, esta academia, realizada en el Liceo, es el comienzo de nuevos proyectos de este tipo.

El programa de mentoría, la incentivó, y algunos de sus alumnos fueron parte del compilado que se llevó a cabo a fin de año: “¡es hermoso! A mí se me erizó la piel cuando lo vi. Es muy bonito, me encantó. Con esto tiene que haber mucha motivación de todos los colegios para entusiasmar a los estudiantes a participar”, dice Yesenia.

Por su parte, Johan Tapia, profesor de lenguaje del Liceo Sergio Silva Bascuñán de La Pintana, cuenta que hizo un concurso literario, incentivando a los estudiantes “estuvo bueno, buena participación de los estudiantes, tres de ellos fueron seleccionados para la revista digital”, y agrega, “los estudiantes se sienten orgullosos de estar en la recopilación”, algunos quedaron motivados preguntando si se realizará el próximo año.