Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revistaLa esencia de los niños es jugar, saltar, correr, gritar. Cuando un niño va a la colegio con Jornada Escolar Completa, esas actividades de desahogo se llevan a cabo principalmente en el colegio. Los momentos para esto es el recreo, si un niño lo hace en una clase, simple, se queda sin recreo. Lo que se busca es que el niño se porte bien en la próxima clase para no perder nuevamente el recreo, pero la realidad está lejos de ser así.
Uno de los castigos más conocidos en el colegio es dejar sin recreo a los niños. Por portarse mal, por no hacer la tarea, por cometer algún error los niños se hacen no merecedores de salir a recreo. Aunque no existe legislación al respecto, los establecimientos pueden tener en sus reglamentos internos, normado el recreo, y establecido la duración y otros aspectos. Sin embargo, estudios señalan que la pausa en la jornada escolar es clave para que los niños tengan un día fructífero académicamente.
La Academia Americana de Pediatría asegura que el tiempo libre permite a los niños desarrollar sus relaciones emocionales en las distintas etapas de la vida, los ayuda a estar sanos y les baja los niveles de estrés. La psicóloga Margarita Ayala de la Universidad Santo Tomás, señala en este sentido que “la importancia que puede tener un recreo a todo nivel de etapa de desarrollo es fundamental, ya que otorga a la jornada de estudio un momento de «relajo» o «descanso» donde el niño tiene la oportunidad de desarrollar sus habilidades sociales, desarrollar su lenguaje y permite de cierta forma recargar energía cognitiva para continuar con el resto de la jornada de estudio”.
El recreo significa para los alumnos, que han estado 60 minutos en una sala de clases, la posibilidad de cambiar de ambiente, relajarse, poder conversar otros temas con sus compañeros y para los más chicos jugar y correr. Además es una instancia donde los alumnos pueden comer una colación, lo que resulta importante en jornadas de clases extensas. Además poder ir al baño, necesidad básica que muchas veces está prohibido hacerlo durante la clase.
Un estudio de la Universidad de Standford señala que en niños de escuelas más vulnerable, el recreo es aún más necesario y paradójicamente, es donde menos tiempo se otorga al descanso.
Los beneficios del recreo son tanto emocionales, sociales, físicos y cognitivos. Es un momento donde los alumnos comparten y establecen relaciones con sus pares. Margarita Ayala indica que “cuando un niño no tiene una pausa necesaria dentro de la jornada de estudio, puede llegar a fatigar sus funciones cognitivas y por ende disminuye su rendimiento tanto en pruebas, tareas y concentración”.
Respecto de la necesidad de establecer sanciones a las conductas inadecuadas de los niños, la psicóloga Ayala es tajante al decir que dejar sin recreo a un alumno, “está muy lejos de ser la mejor técnica de refuerzo negativo que se le puede imponer a los estudiantes. Se recomienda tomar otra alternativa de refuerzo negativo o sanción frente a una conducta disruptiva o inesperada y no estresar al estudiante quitándole su momento de descanso provocando un agotamiento de sus funciones”, lo que al final del día logra el efecto contrario al buscado.
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.