Convencidos de la trascendental importancia del inglés para el futuro de los estudiantes chilenos, se busca fortalecer todavía más los actuales programas de aprendizaje. En paralelo, facultades de educación suman esa lengua a su malla curricular como una manera de mejorar la capacitación de los futuros profesores.

Por Marcela Muñoz Illanes

¿Sabía que el inglés es el segundo idioma más hablado en el mundo, después del chino mandarín? De hecho, más del 80% del conocimiento se escribe en esa lengua y parte importante de la entretención y la cultura llega a Chile en inglés. Según el reportaje del diario El Mercurio de Valparaíso (2011): “El mundo de los negocios, las tecnologías (80% de los correos electrónicos) y la ciencia (50% de las publicaciones científicas) se mueve y comunican a través de ese idioma”.

Se trata de un tema prioritario para la competitividad del país. El hecho de que los chilenos dominen o no el inglés tiene relación con el número de personas que accederán a puestos de trabajo profesionales en los próximos años. Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “hoy sólo una de cada cuatro ofertas de empleo a profesionales en Chile exige el dominio de ese idioma. Pero las proyecciones para el 2020 estiman que tres de cada cuatro vacantes laborales demandarán ser bilingües”.

¿Qué pasa en Chile? Según la Jefa de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación, Loreto Fontaine, “antes del año 2009 existía la asignatura de Idioma Extranjero para la cual se establecieron Objetivos Fundamentales (OF), Contenidos Mínimos Obligatorios (CMO) y programas de estudio para todos los niveles desde 7° básico. Ahora, con la actualización del currículo en el año 2009, la asignatura de inglés pasó a ser obligatoria desde 5º básico”.

El año pasado se aprobaron las nuevas bases curriculares y programas de inglés actualizados para 5º y 6º, que establecen los objetivos de aprendizaje para los estudiantes de esos niveles. “Pero no nos hemos quedado sólo en los programas que son obligatorios. Conscientes de la importancia del inglés a nivel mundial, el Ministerio ha hecho un esfuerzo especial en varios frentes, para aumentar las competencias. Una medida importante es que hemos ofrecido textos y programas de estudio optativos desde 1° a 4° básico, para los colegios que los deseen. Estos se pueden trabajar en el tiempo de libre disposición con que cuentan los establecimientos”.

De hecho, asegura Fontaine, muchos colegios han decidido usarlos en reemplazo de los programas propios. “Este año se inscribieron 4.150 colegios municipales y particulares subvencionados, con más de 630.000 estudiantes. Este esfuerzo merece apoyo. Por esto, los libros de texto con sus respectivos CD se entregaron a forma gratuita a los establecimientos que se inscribieron, junto a diccionarios de inglés para alumnos de tercero y quinto básico”.

Capacitación de los profesores

La dificultad, es que apenas la mitad de quienes imparten clases de inglés son profesores de esa asignatura, lo que se traduce en que los resultados pedagógicos que se obtienen no sean satisfactorios. Por ello, en 2003 se creó el programa “Inglés abre Puertas” (PIAP) para mejorar el nivel (idioma) que aprenden los estudiantes, especialmente centrándose en el desarrollo profesional docente y el apoyo a los profesores de la asignatura en las salas de clases.

Isabel González, Directora del Programa “Inglés Abre Puertas”, cuenta que “el objetivo es que profesores de educación básica y media de todo Chile realicen cursos para perfeccionar e incrementar su nivel de inglés. Se incluyen talleres de metodología que permiten a los docentes actualizar sus conocimientos o incorporar nuevas técnicas de enseñanza”.

Incluso existe la posibilidad que los profesores se certifiquen gratuitamente a través de un proceso de dos etapas; una prueba de posicionamiento a cerca de 5 mil profesores. La segunda, un examen de certificación internacional a todos los docentes que en la prueba obtengan un nivel B2 o superior. “El programa informará acerca del puntaje obtenido y quienes hayan logrado el nivel B2 o superior, serán llamados a rendir el examen de certificación internacional. Ello les permitirá acreditar el nivel de competencia lingüística, mediante un certificado válido en todo el mundo, y mayores oportunidades laborales”.

A ese trabajo, se suman las redes de profesores de inglés, es decir, “comunidades de aprendizaje para intercambiar experiencias y mejorar su desempeño durante las clases. Además de las becas para los futuros docentes en el extranjero, lo cual les permite perfeccionar sus habilidades de comprensión auditiva y expresión oral”.

¿Y las Facultades de Educación?

Para Pelusa Orellana, Decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Los Andes, profesora de inglés y doctora en Educación, “fallamos en que a los profesores les faltan competencias básicas, tanto en el manejo de la lengua como en las estrategias metodológicas para enseñar el idioma”.

Según la académica, “mientras los docentes no cuenten con un manejo adecuado de la lengua, los alumnos tampoco alcanzarán mejor desempeño en ella. Sería muy importante, que al momento de entrar a Pedagogía en inglés, se evaluara a los estudiantes para que, efectivamente, quienes opten por esa carrera tengan un nivel mínimo de manejo en habla inglesa. Lo otro es aumentar las horas de clases, o incluir asignaturas dictadas en ese idioma, como Ciencias Sociales o Naturales, Música, entre otras”, agrega Pelusa Orellana.

Por ello, en esa casa de estudios el inglés forma parte de la malla y se contemplan al menos 6 semestres de esta lengua, con dos niveles; uno básico y otro, avanzado. “Con el objetivo que adquieran un grado de conocimiento que les permita leer artículos en ese idioma en forma comprensiva y entender conversaciones de nivel intermedio. Por otra parte, ha habido una mención en inglés para los alumnos de Pedagogía Básica que agrega componentes de civilización inglesa y norteamericana, metodología de la enseñanza del inglés, literatura, lengua, y gramática aplicada”.

Coincide con ello, Cornelio Westenenk, Decano de la Facultad de pedagogía de la Universidad Mayor, “en los últimos dos años –cuenta-, comenzamos a contratar profesores que hablan inglés como lengua nativa. Estamos incorporando al menos 4 semestres de este idioma en las mallas de todas las carreras y hemos creado un Instituto de Idiomas, que ofrece -gratuitamente- cursos semipresenciales a todos nuestros estudiantes, profesores y administrativos, para mejorar su conocimiento en lengua inglesa y permitirles tomar cursos en universidades anglo-parlantes”.

El experto cree que el nivel de inglés es bajo en Chile y el MINEDUC está consciente de ello. “Las evaluaciones pretenden medir las intervenciones para fomentar las más eficientes. Son herramientas que ayudan a tomar decisiones, basadas en resultados concretos. Las mediciones ayudan, pero no bastan. Se necesita además, crear consciencia de las oportunidades de perfeccionamiento y actualización que están disponibles para quienes dominan el inglés”.

Por último, termina Pelusa Orellana, “sería ideal que los niños en Chile hablaran otras lenguas. Dominar una segunda siempre facilita el aprendizaje de una tercera o una cuarta. Además, las investigaciones más actuales confirman que la práctica de la lectura, por ejemplo, en un segundo idioma, no entorpece el aprendizaje de la lectura en el primero, sino que las habilidades se transfieren, lo que muestra que es posible empezar con el idioma en forma bien temprana”.