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Regístrate y accede a la revistaEl Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana, ICCS, en el que participaron 24 países y sistemas educativos de Asia, América y Europa, es el único a gran escala que indaga en competencias y actitudes cívicas de los jóvenes. De Latinoamérica participaron los países México, República Dominicana, Colombia, Perú y Chile. Nuestro país presenta mejores números que sus pares de continente junto a Colombia, pero aún falta mucho por enseñar y aprender
El 57% de los estudiantes de octavo básico en Chile, están de acuerdo con un Estado dictatorial si este asegura orden y seguridad. Si el Estado dictatorial asegura crecimiento económico, el 52% de los jóvenes se muestra favorable. Eso es parte delos resultados que arrojó el Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana, ICCS.
Esta adhesión a estados dictatoriales, según Carlos Henríquez, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, tiene una explicación, “En todos los países latinoamericanos que participan en ICCS 2016, el mayor apoyo de los estudiantes a los estados autoritarios está relacionado con el nivel inferior de conocimientos cívicos. Por este motivo, la incorporación de la educación cívica en el currículum, además de la formación ciudadana como un Indicador de desarrollo personal y social (IDPS) tienen que ser reforzados en los colegios, pues eso es lo único que nos garantizará un futuro democrático donde los problemas se resuelvan con diálogos y donde los estados totalitarios y la corrupción no sean aceptables por ningún ciudadano”.
El conocimiento cívico de los estudiantes chilenos es de 482 puntos. Significativamente más bajo que el promedio internacional que es de 517 puntos. Aunque entre los países latinoamericanos participantes, Chile y Colombia son los que presentan mayor puntaje en la escala de conocimiento cívico, es necesario reforzar el valor por la democracia y enseñar desde pequeños el valor de la participación ciudadana.
Simón Pinto, director ejecutivo de la Fundación Aula Cívica, señala que es importante la formación cívica en colegios “..es a través de la experiencia cívica que formamos mejores ciudadanos, haciéndolos reflexionar, generando soluciones y entendiendo la importancia que tiene ser un ciudadano y el poder transformador que tienen ciudadanos organizados, una sociedad civil que da respuesta a los desafíos de sus comunidades y país”.
El estudio revela además que la mayoría de los estudiantes latinoamericanos están en desacuerdo con prácticas corruptas en el gobierno como aceptar sobornos, usar los recursos públicos para el beneficio personal, o pagar a un funcionario público para conseguir un beneficio personal, pero el 53% está de acuerdo con la noción de que un funcionario ayude a sus amigos brindándoles un trabajo en su oficina, y el 73% de los estudiantes está de acuerdo con que las leyes se pueden incumplir cuando esta es la única forma de ayudar a sus familiares, esto a juicio de Carlos Henríquez es porque la falta de conocimientos cívicos lleva a separar la corrupción de la vida cotidiana, “… es central conectar lo que le pedimos a la sociedad y a las instituciones, con la ética personal y coherencia de nuestros actos”.
Considerando que la escuela representa la oportunidad más cotidiana de participación para los estudiantes de 8° básico, se observó el porcentaje de estudiantes que ha participado durante el último año votando (77 %) o que se ha presentado como candidato a elecciones (42 %). Chile está por sobre el promedio internacional y presenta estabilidad respecto al año 2009 en ambas.
Simón Pinto de Aula Cívica señala que frente a la corrupción hay conductas de los políticos que podrían avalar ciertos comportamientos “…sería contradictorio criticar y rechazar a los políticos por financiamiento irregular por ejemplo, “hacer trampa en el juego”, y después uno mismo andar haciendo trampas o jugar sucio. Pero estos casos o los de colusión entre empresas por ejemplo, dan una sensación de engaño a la ciudadanía y dan paso para realizarlas uno mismo, “si es que el otro hizo, ahora yo también puedo”. Se acepta una conducta errónea y contraria al orden cívico necesario”.
Lo más esperanzador de este estudio es que la escuela es la institución más valorada por los estudiantes, 80% en Latinoamérica. Es decir, es un ente relevante en la formación de nuevos y mejores ciudadanos. Y cómo lo indica Pinto de Aula Cívica, el desafío primero es “…llenar un vacío gigantesco que existe en la materia y con un escenario nacional e internacional muy adverso y difícil, es remar como contra una tormenta. Desde marzo del próximo año, los colegios deberán incluir en las programaciones curriculares de IIIº Medio dos horas de educación ciudadana obligatoria. Eso significará un esfuerzo grande para los profesores que no se manejan en el tema”, pero es a la vez una excelente oportunidad para dejar huella en la sociedad.
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