No se trata de generar alarma pública, pero el tema del bullying es el gran factor que va a influir en la salud mental del docente. Al menos eso es lo que asegura esta psicóloga de la Asociación Chilena de Seguridad.

Lógicamente el trabajo con alumnos puede ser apasionante, pero -tal como explica Daniela Campos Schwarze, psicóloga de la Asociación Chilena de Seguridad- la gran cantidad de tareas que tiene que asumir un docente y la creciente agresión que se observa en las salas de clase, pueden tener serias consecuencias para él/ella.
No se trata de generar alarma pública, pero ‘el tema del bullying es el gran factor que va a influir en la salud mental del docente y es un problema mucho más común de lo que se puede apreciar en las noticias de televisión o en los diarios’, afirma Daniela Campos.

DOCENTES FRENTE AL BULLYING

En las salas de clase ocurre la mayor parte de las agresiones verbales y en el recreo, las agresiones físicas. ‘En estos escenarios empezamos a ver al docente como un testigo, como un espectador, del bullying -explica Daniela Campos-. Estamos frente a un profesional que es permeable psicológicamente a lo que sucede en el entorno, con los alumnos’.
Agrega: ‘Sabemos que los docentes son agentes para prevenir, erradicar y atender situaciones conflictivas y bullying, pero en muchos casos esta tarea sumada a muchas otras que debe desempeñar se traduce en complejidades sintomáticas’.

– ¿Cómo el bullying va a influir en el docente y cómo lo que está sintiendo el docente en ese momento va a influir también en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
– Lo que hemos visto nosotros, en el Hospital del Trabajador, es que el bullying afecta al docente con diferentes síntomas: El 84% señala que siente ansiedad al momento de enfrentarse a un curso donde hay mucha agresión o, específicamente, bullying. También experimentan disgusto y destrucción de la identidad profesional; la alegría que sentían frente al ejercicio profesional empieza a decaer y surge la desmotivación.

– ¿Qué otro síntoma experimentan los docentes que se han acercado al Hospital del Trabajador?
– Las conductas de evitación. Hemos visto que más del 40% de los docentes experimentan este tipo de comportamiento. Con esto me refiero a quienes dicen: ‘Me duele el estómago el día domingo porque el lunes tengo que ir a clases’; ‘Empiezo a no querer ir a ciertas clases’, etc. Lo que vive el docente en la sala de clases hace que no quiera volver al lugar de trabajo.
Además, se agotan las estrategias pedagógicas y se advierte una pérdida de autoridad; de hecho, el 60,4% señala justamente esto último. No son capaces de enfrentar al curso y no pueden controlarlo.
Estos síntomas, sin duda, van a influir en el proceso de enseñanza.

– ¿Podríamos hablar de una suerte de estrés?
– El estrés no está visto como una enfermedad profesional, pero sí hemos visto cómo en el Hospital del Trabajador y también en otras mutuales llegan muchos docentes al Departamento de Salud Mental afectados por un cuadro ansioso y que buscan un espacio de relajación, de tranquilidad, que muchas veces no encuentran. Algunos factores desencadenantes son el bullying, las agresiones en el colegio y, en algunos casos, la complejidad de trabajar con las familias de los alumnos. Por lo tanto, al prevenir el bullying estaremos cuidando no sólo a los alumnos, sino también la salud mental de los profesores chilenos.