Lo que le ocurrió el año pasado a Sonia Madariaga, madre de una alumna de Séptimo Básico de un colegio de San Ramón, es una práctica común y transversal en los establecimientos educacionales de Chile.

Como lectura complementaria, le exigieron a la adolescente leerse Emilia y la Aguja Envenenada de Ana María Güiraldes y Jacqueline Balcells, texto que difícilmente Sonia pudo encontrar en las librerías donde adquiere regularmente libros a un precio más barato, pues era un súper ventas de la literatura juvenil, lo que además de hacerlo un producto escaso, provocaba que incrementara su valor en el mercado.

Este texto forma parte de los planes lectores del Mineduc y trata sobre las andanzas de una joven estudiante de Derecho, quien debe hacer uso de su experiencia en investigaciones para descifrar lo que le ocurrió a su compañero diabético y a su profesora. Con temáticas actuales, es para lo expertos un muy buen relato para motivar la lectura entre los jóvenes.

Después de pasarse días cotizando el libro, finalmente Sonia compró el libro en una librería de mall, pagando cerca de siete mil pesos. Si bien no tiene reparos con el texto en particular, cree que los colegios deberían dar más alternativas de lectura, para no tener que lidiar con la escasez de los productos y, por ende, el alza de los precios en éstos.

Para evitar que este tipo de prácticas se siga expandiendo, la Superintendencia de Educación publicó recientemente un informativo sobre textos, útiles y uniformes, para que tanto padres, apoderados y toda la comunidad educativa, sepa cuál es la actual normativa que rige en los establecimientos educacionales respecto de estas exigencias.

Consideraciones generales

 Como muestra el siguiente video sobre textos escolares, las siguientes exigencias dejan en claro que la compra de libros adicionales es siempre voluntaria y, en el caso de que los estudiantes no puedan acceder a tenerlos, no pueden ser excluidos de las actividades educativas ni menos ser sancionados.

Insertar https://www.youtube.com/watch?v=S-NcPyR-4vc

Éstas son las otras consideraciones que se deben tener en cuenta antes de acatar ciegamente el listados de útiles y textos que se exige en los colegios:

• Si los estudiantes no cuentan con útiles no pueden ser excluidos o sancionados.
• Ningún establecimiento puede exigir compra de artículos de aseo u oficina.
• Los establecimientos no pueden exigir útiles escolares de alguna marca o fabricante específico.
• Los establecimientos no pueden obligar a comprar el uniforme escolar en una tienda o proveedor específico.
• Si el estudiante no cuenta con el uniforme, no le pueden negar el ingreso al establecimiento.