Durante los primeros cinco años de vida, el cerebro de una persona alcanza el máximo potencial de desarrollo, es decir,  la mayor cantidad de sinapsis se producen en la primera infancia. Por eso es muy importante, lo que se ha llamado Educación Inicial. La educación parvularia tiene que ser considerada hoy en día como la base de la eliminación de la inequidad en educación.

Plan Inicial, iniciativa de la sociedad civil que nace para situar la Educación Parvularia de calidad en el centro de las prioridades del país, formada por 16 instituciones relacionadas con la educación inicial y la primera infancia, señala que es en este periodo de la vida donde podemos reducir las brechas de oportunidades en los niños y la evidencia muestra que este nivel educativo es el más efectivo para este propósito.

La evidencia científica sobre el desarrollo del cerebro humano indican, por una parte que la estimulación temprana mejora el desarrollo cognitivo de los niños, pero al mismo tiempo se evidencia que las brechas de aprendizaje comienzan a producirse antes de lo que se pensaba.

La investigadora, experta en infancia y directora del área de estudios de Elige Educar, María Jesús Sánchez, señala  que un desafío que existe es que los padres valoren más la importancia de los primeros niveles. “En esta etapa se desarrollan diferentes habilidades sociales y cognitivas que son la bases que se asientan para la formación escolar y para la vida”.    

“Con buena estimulación las habilidades concretas que se desarrollan son pensamiento crítico, a aprenden a indagar, a hacerse preguntas, desarrollan pensamiento científico. La estimulación de los padres es fundamental pero no siempre tienen intención educativa, como sí lo tiene una educadora que ha estudiado y se ha profesionalizado para esto” señala Sánchez.

En  nuestro país se ha mejorado considerablemente respecto de la Educación Inicial, y se ha elevado la preocupación de la sociedad en su conjunto respecto de esta. Una muestra es la creación de la Subsecretaría de la Educación Parvularia.

En lo que más se ha avanzado durante los últimos 10 años es en cobertura. Se pasó de 23% a 56% en niños que van a niveles medios. Pero se está lejos de los promedios OCDE. La tasa de asistencia a la Educación Parvularia en Chile es de 18% de los niños entre 0 y 2 años. En la OCDE, esa cifra es un 33%. Asimismo, niños de 3 años, en Chile el 54% asiste a jardín mientras que en la OCDE es de 71%.

Para María Jesús Sánchez, de Elige Educar, señala que en materia de acceso, los números no sólo se explican por un tema de cobertura, sino también por un factor cultural. “cuando se les pregunta a los padres por qué no envían a su hijo al jardín, el 78% de los padres de niños de  0 a 3 años,  piensa que no es necesario porque los cuidan en casa”.

Esto tendría que ver con una mirada al jardín como guardería y no como una instancia donde los niños crecen y desarrollan con sus pares de una mejor manera.

Por otro lado, existe un estudio que  demostró que los niños de padres profesionales escuchan entre los cero y los 3 años 30 millones de palabras más que aquellos que viven bajo la línea de la pobreza, y que eso tiene un efecto directo sobre su capacidad de aprendizaje.

Sánchez señala que “…los niños vulnerables son los que menos asisten a jardín y son los que más lo necesitan”.