La Agencia de Calidad de la Educación lanzó la Evaluación Progresiva Matemática, como parte del nuevo Sistema Nacional de Evaluación de Aprendizajes. Consiste en pruebas que se aplican a alumnos de 7º Básico, tres veces al año.

La primera, evalúa contenidos de las mallas curriculares de 1º a 6º básico, para establecer un diagnóstico de cómo se encuentran los niños para enfrentar los aprendizajes futuros. La segunda prueba se aplica a mediados de año y es una prueba de monitoreo, que es para saber cómo avanzan los estudiantes en logro de los aprendizajes esperados para ese año. Y la tercera y última prueba, se aplica a final de año, que evalúa principalmente cuáles fueron los avances durante el año y determina el logro de las metas de aprendizajes.

Estas pruebas que se suma a la Evaluación Progresiva de Lectura de 2º básico, busca entregar a los establecimientos, información oportuna y específica respecto de los avances en el desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes durante el año escolar.

Evaluación progresiva, es la primera innovación para evaluar la calidad de la educación, ya que durante 30 años, solo ha existido el SIMCE para saber el estado de la educación chilena.

Para Samuel Navarro, doctor en matemática y académico de la Universidad de Santiago de Chile señala que “… entre un sinnúmero de evaluaciones a las que permanentemente se somete a los estudiantes, esta me parece la más acertada que he podido conocer. Tiene varias características que la diferencian de otras: es voluntaria, es progresiva, es privada. Se puede conocer resultados grupales o individuales”.

Agrega “..por otra parte apunta a dos de los principales producto de la enseñanza de la matemática: los contenidos y el aporte oculto al ciudadano para capacitarlo en la realización de análisis, toma de decisiones, espíritu crítico”.

Respecto de la importancia de la asignatura de Matemática para desarrollar habilidades no solo relacionadas con los números, sino con las capacidad de análisis, y de resolución de problemas Samuel Navarro indica “…pocas veces se muestra la preocupación por la alfabetización matemática de la población, asunto explícito en las fundamentaciones para la construcción de los instrumentos con que se evaluará. Parece ser un buen instrumento que, bien ejecutado y bien preparado, será sin duda un aporte a una mayor comprensión y aprendizaje de esta disciplina”.

Las pruebas de Evaluación Progresiva, son aplicadas por los profesores a sus alumnos, pueden escoger modalidad digital o en papel, pero los resultados deben ser subidos a una plataforma que arrojará  reportes de evaluación automáticamente, una vez ingresados las repuestas de los estudiantes.

Estos reportes son de carácter privado para uso exclusivo de cada escuela, e incluyen información en distintos niveles, entregando resultados generales por establecimiento, por curso y luego el detalle por estudiantes, para facilitar la toma de decisiones.

El propósito de esta Evaluación, es que el colegio tenga herramientas para la toma de decisiones respecto de la enseñanza de la matemática. A través de la Evaluación Progresiva, el profesor recibirá apoyo en su labor pedagógica, ya que se ofrecen orientaciones para los aprendizajes. Para ello, cada docente dispondrá de diferentes alternativas didácticas para seleccionar la que mejor responda a las necesidades de sus estudiantes y al contexto en que se desempeña.