Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revista0
No es una novedad que la educación en Finlandia es de gran calidad. En comparaciones internacionales, como el informe PISA elaborado por la OCDE cada tres años, Finlandia se sitúa entre los primeros países a nivel mundial y destaca sobre todo por el nivel de la educación básica. Por ello es que un grupo de parlamentarios, investigadores y personas vinculadas al mundo de la educación viajaron a ese país a conocer de cerca las ventajas de ese modelo educacional. Al respecto conversamos con Ernesto Treviño, Director del Centro de Políticas Comparadas de Educación (CPCE) de la Universidad Diego Portales y parte de esa comitiva.
Por Marcela Paz Muñoz Illanes
¿Cuáles son las principales conclusiones y orientaciones que es posible obtener luego de conocer en terreno la educación finlandesa?
Diría que son tres las conclusiones de la visita al sistema educativo de Finlandia. En primer lugar, que ellos no contraponen calidad con equidad. Esto es, a través de proyectos de inclusión y apoyo a los más desaventajados se alcanza un alto nivel promedio de los aprendizajes. En segundo lugar, los profesores–su formación, capacidades, compromiso y buenos niveles salariales–son esenciales para explicar sus resultados. Los docentes no son los mejor pagados, pero tienen condiciones de sueldo dignas y una excelente calidad de vida en el trabajo. En tercer lugar, la educación en Finlandia es probablemente la más eficaz del mundo, pues la jornada escolar dura aproximadamente cinco horas diarias. Esa eficacia se explica también por el foco en apoyar el desarrollo social y emocional de los niños de manera integral (e integrada) durante los procesos de aprendizaje. Se busca en esa educación el desarrollo de habilidades de cómo aprender, y esa es la clave, y los contenidos sirven para ejercitar dichas competencias.
Es correcto señalar que “los finlandeses comprendieron que a punta de evaluaciones estandarizadas no se mejoraba, sino que era necesario fortalecer la profesión docente”. Significa entonces, que la reforma impulsada por el Gobierno, ¿va en la dirección contraria?
La educación en Finlandia descansa en criterios pedagógicos potentes, con la lógica de que hay que fortalecer los procesos de enseñanza y las oportunidades educativas de los niños día a día en la escuela y la sala de clase. Nosotros, en el 2009, aprobamos una ley se Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad que intenta «obligar» a los profesores a mejorar, sin construir capacidades, y eso pone el énfasis en las pruebas y no en el proceso de desarrollo de los niños.
Existe en Finlandia algo que se asemeje a nuestras escuelas particulares subvencionadas, ¿crees que es necesario acabar con el copago como propone la reforma impulsada por el gobierno?
Sí, en distintos niveles, especialmente en la media y jardines infantiles, pero se consideran todas como servicio público, se rigen por las mismas normas, son sin fines de lucro. Solo en la educación inicial puede haber copago en unos pocos casos, y el monto se determina en función del salario que reciben los padres.
¿Es posible impulsar el gran apoyo que tienen los profesores en Finlandia y crear esa conciencia en nuestro país?
Es posible, pero es necesario empezar ahora por regular la formación inicial y continua docente, fortaleciéndolas. También es necesario mejorar el salario y, de forma muy importante, las condiciones laborales y calidad de vida de nuestros profesores. Este es un trabajo que rinde frutos en 30 o 40 años, por eso la urgencia de iniciar a la brevedad.
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.