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Dic 2024 - Edición 289

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¿Cómo enseñar valores y habilidades blandas en el siglo XXI?

Newsletter diciembre 2012

El respeto, la honestidad y la puntualidad debieran trascender la enseñanza y ser transversales en término educativos. Sólo así podrán permear y llegar a constituir elementos fundamentales de cada ser humano que se forme en la escuela.

Sobre ese tema y la forma de incluirlos en el aprendizaje conversamos con el destacado profesor español y experto en el tema, Lluís Fabregat. Maneja de lleno el tema, posee un diplomado en Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra (España), y es autor de más de veinte libros de texto y material didáctico de Religión Católica.

¿Cuál es la importancia de enseñar valores religiosos a los alumnos?

Es importante ante todo para su vida, para su felicidad. La religión bien fundamentada, no las apariencias de religiosidad, ayuda a dar sentido a todas las dimensiones de la vida. Da luz, fuerza y orientación para las decisiones de mayor trascendencia y las acciones más insignificantes. Todas las demás motivaciones, por muy nobles y elevadas que sean, siempre son efímeras.

¿De qué manera es posible motivar a los alumnos con temas como la responsabilidad, la generosidad, el respeto, en plena era digital?

Ante todo con el ejemplo. No hay nada que mueva más que el ejemplo constante de los que tienen a su cargo la educación y formación de los alumnos. A la vez, el ejemplo de tantos y tantas que a lo largo de los siglos han dejado una huella de amor convertido en obras, puede ser objeto de trabajo y de reflexión en las clases de religión. La naturaleza humana no es distinta en la era digital, pero es cierto que –en su estadio actual- puede favorecer en los jóvenes el aislamiento en relación al entorno familiar, para estar en contacto permanente con el entorno de sus amigos. No hay que prohibir sin más, hay que hacerles ver la realidad y las ventajas y los riesgos que entraña, sobre todo en su misma personalidad y capacidad para relacionarse.

¿Es necesario destinar más horas a la enseñanza de valores y virtudes en los alumnos?

Ese es un debate interesante. ¿Los valores y las virtudes se transmiten en horas de clase, explicándolos? Si sé en qué consiste la generosidad, ¿seré más generoso? Los valores y las virtudes se transmiten a todas horas. El buen humor de un profesor a cualquier hora del día, la puntualidad y el trabajo bien hecho de aquel otro, o mejor, de todos, crean una atmósfera en la que los alumnos crecen con naturalidad. En una clase de matemática o de ciencias se pueden enseñar valores y virtudes como en una clase de ética o de religión.

¿Cuáles son las claves para planificar una “buena clase de religión” para alumnos de Enseñanza Media?

Que el profesor esté motivado. Que tenga muy claro qué quiere que los alumnos aprendan y ponga los medios a su alcance más adecuados para conseguirlo. Los alumnos también deben saber qué van a aprender y por qué conviene que lo aprendan. La enseñanza de la religión no puede ser una rutina, ni para el docente ni para el estudiante. Imaginación, creatividad.

¿Existen recomendaciones que se puedan utilizar en alumnos de primer ciclo básico para motivarles con la asignatura de religión?

Que aprendan, pasándolo bien. Y en esas edades es fácil.

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