Entre el 10% y el 15% de la población escolar tiene algún trastorno del aprendizaje. Muchas veces los padres y profesores no lo perciben y atribuyen el bajo rendimiento escolar solo a asuntos disciplinarios y de responsabilidad.

La mayoría de los niños con trastornos del aprendizaje tienen una inteligencia normal o superior al promedio. Sin embargo, se les dificultan determinadas áreas de aprendizaje. Por esto, a veces cuesta creer que un niño con excelente rendimiento en matemática, pueda tener problemas para leer.

Existen dos trastornos más comunes en una sala de clases, dislexia y discalculia, que son dificultades para aprender a leer y para aprender matemáticas respectivamente.

La psicóloga Margarita Ayala indica “…hoy en día se ha visto un incremento en el diagnóstico de trastornos de aprendizaje, pero el motivo de este aumento no es que existan más niños que antes con estas dificultades, sino que se ha creado más conciencia con respecto a las variables que interfieren en un aprendizaje efectivo y ha mejorado considerablemente los instrumentos de evaluación para realizar un diagnóstico de este tipo”.

Entre el tres  y el ocho por ciento de los alumnos tiene algún grado de discalculia, el problema que este trastorno se mantiene a través de los años, y es necesario el oportuno diagnóstico, para que el niño pueda rendir adecuadamente a las exigencias escolares.

La dislexia, está presente en al menos el 25 y el 40% de los alumnos. Este trastorno, es el que más complica, porque la dificultad en la lectura abarca el resto de asignaturas en que se necesita que el niño lea para poder comprender correctamente. El 75% de los niños con dislexia, arrastra los problemas hasta el final de su etapa escolar.

¿Qué hacer frente a estos trastornos?

La psicóloga precisa que “cuando los padres perciben que sus hijos aprenden más lento o tienen dificultad en algún área del aprendizaje, debiesen acudir pronto a un especialista psicopedagogo, para que realice el diagnóstico pertinente y evalúe las áreas en desventaja, planteando además un plan de trabajo tanto familiar como académico”.

Muchas escuelas y educadores han desarrollado métodos especiales de enseñanza y planes de estudio adaptados a las necesidades de niños con este tipo de discapacidad. Los programas PIE de los colegios, son una excelente iniciativa para ayudar a los niños a desenvolverse adecuadamente en el colegio. Ellos necesitan más reforzamientos positivos a sus logros, ya que debido a las dificultades que presentan, son más susceptibles a la frustración.

El apoyo en casa es fundamental, los padres no deben subestimar los problemas de su hijo, y por el contrario apoyarlos y trabajar en conjunto a los especialistas.

Los trastornos del aprendizaje duran toda la vida. No obstante, se puede hacer mucho para ayudar a que el niño compense la discapacidad y aprenda a trabajar en torno a ese problema. Los niños con discapacidades de aprendizaje pueden aprender y, de hecho, lo hacen.