Según el ranking de la OCDE, Chile sería el sexto país con mayor obesidad infantil. Para revertir esta situación, la educación es una pieza clave. Convencidas de aquello, varias escuelas se han propuesto enseñar a sus alumnos a llevar una vida más sana y alimentarse de manera saludable. Aquí, las historias de quienes han logrado acciones positivas en la comunidad escolar.

“Queremos invitar a toda la comunidad a ejercitarse”

María Isabel Carmona

Directora de la Escuela Araucarias de Chile

Región Metropolitana

+info: www.araucariasdechile.cl

“El gallinero”, este era el apodo con el que en el año 2005, cuando asumió Isabel Carmona como directora del establecimiento, era conocida la Escuela Araucarias de Chile. Esto, debido a que entre sus estudiantes eran los más desordenados y conflictivos de la comuna de Conchalí. Pero eso no era todo: los profesores estaban desencantados, no existía un perfil definido de lo que se quería lograr y los resultados académicos eran malos. Además, había permanentes conflictos y actos de violencia entre los alumnos.

“Decidí iniciar cambios profundos basados en mi experiencia de trabajo con comunidades de alto riesgo y en mis conocimientos de cómo trabajar en comunidad”, explica la directora, María Isabel Carmona. Cuenta que en un comienzo no fue fácil, pero con tenacidad, esfuerzo y consecuencia, su trabajo permitió que los profesores fueran encantándose con su profesión, sintiéndose escuchados. “Se les permitió crear y, por sobretodo, se les entregó participación, lo que finalmente condujo a un modelo educativo basado en la colaboración y la afectividad”. En los ocho años que lleva a cargo de la escuela ha logrado desplazar el estigma de “gallinero” y hoy el establecimiento cuenta con una infinidad de acciones y proyectos que buscan solucionar los diferentes problemas que se presentan. Dentro de este contexto nace la iniciativa “Moguelen”, una palabra mapuche que significa “estar sano, vivo, bueno”.

Para llevarlo a la práctica crearon una plaza activa con máquinas para hacer ejercicio y así promover la vida saludable, para alumnos ,profesores y toda la comunidad que los rodea. “Esta plaza espera contribuir en la reducción de los índices de sobrepeso y sedentarismo en la población, llegando a influir estos cambios, tanto en sus familias como en la comunidad. Nuestra meta es lograr que a lo menos el 50% de los estudiantes que presentan sobrepeso y/o vida sedentaria participen en actividades físicas que promuevan hábitos de vida saludable. Lo más novedoso fue ver como mamás se las arreglan para utilizar las maquinarias mientras aguardan a sus hijos”, comenta la directora.

“Comer rico y sano, ¡se puede!”

Bárbara Higueras & Javiera Huerta

Profesoras de Cocina Colegio Técnico Profesional Portezuelo

Región Metropolitana

+info: www.colegioportezuelo.cl

En el colegio Portezuelo siempre ha existido una preocupación por la alimentación y salud de sus alumnas. De hecho, se incentiva constantemente llevar una vida sana, ya que consideran que es clave para la salud. Corridas familiares, en las que participan alumnas y profesoras, son solo una de las tantas iniciativas que utilizan para conseguir este propósito.

En este establecimiento de Enseñanza Media para mujeres, las alumnas pueden adquirir un título técnico relacionado con el mundo de la hotelería. Una de las asignaturas que se imparte es cocina y, en ella, una preocupación primordial entregar conocimientos sobre la alimentación saludable. “Durante las clases, además de que ellas aprendan técnicas de cocina y de entregarles las herramientas necesarias para que se desenvuelvan profesionalmente, incluimosel desarrollo de preparaciones sanas y equilibradas, conformadas por porciones de carbohidratos, proteínas y vegetales. Junto con esto, rescatamos elaboraciones tradicionales, como el charquicán, que en adecuadas porciones es muy nutritivo”, explica Javiera Huerta.

Bárbara Higueras comenta que se asesoran por diferentes nutricionistas y una chef para ayudar a combatir la obesidad entre las alumnas. Debido a esto se implementó un programa de comidas balanceadas y se promuevela adquisición de prácticas sanas en torno a la alimentación, la salud mental y física. “Se incorporaron menús con variados tipos de verduras, para que aprendan a cocinarlas, y comerlas. Esto, debido a que, cada vez más, llegan alumnas que se alimentan de manera desordenada y con exceso de carbohidratos. Nuestro lema: “Comer rico y sano, ¡se puede!”, agrega.