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Regístrate y accede a la revistaPara asegurar que la implementación de esta metodología de aprendizaje sea exitosa, es esencial que el director asuma su liderazgo y encabece una serie de acciones claves.
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es un método de enseñanza en el que los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades trabajando para investigar y responder una pregunta, problema o desafío atractivo durante un período extendido. Para su éxito, son varios los factores que deben ser considerados: cómo se comienza a trabajar, la capacitación del cuerpo docente, la planificación, el rol que cumple el líder escolar, entre otros.
Como el ABP implica aprendizaje activo, los estudiantes toman una mayor responsabilidad en su educación y más oportunidades para crear su propio entendimiento. Al mismo tiempo, los profesores necesitan sentirse cómodos con las prácticas de enseñanza para apoyar a sus estudiantes. En este punto, el director tiene un rol clave.
Estas acciones son parte de los resultados de una investigación de seis meses que recoge el libro “Red-Lab Sur: innovaciones educativas que conectan”. El estudio hizo un seguimiento en profundidad a seis escuelas chilenas que adaptaron metodologías internacionales a su propio contexto.
A continuación, las acciones que un líder escolar puede realizar para asegurar el éxito del ABP.
Todo lo que haga el director tiene que enfocarse en promover el ABP como una metodología institucional, no como un proyecto más que puede desaparecer con el tiempo. Recomendamos buscar casos desafiantes y de éxito para generar entusiasmo y capacitar a los profesores.
El liderazgo compartido es aquel en que el director no actúa solo, tiene un equipo en el que confía y delega responsabilidades. Construir una cultura de liderazgo compartido ayuda a estructurar y sustentar iniciativas como el ABP. El camino se hará más fácil si se tiene más apoyo.
El cuerpo docente, no tiene porqué saber cómo trabajar el ABP. Recomendamos comenzar la implementación de esta metodología con un piloto para modelar. Eso entrega la oportunidad a los docentes para observar, aprender y reunir nuevas ideas y buenas prácticas.
Las salas ABP no suele verse como la convencional. Los niños trabajan independientes e indagan sobre el tema del proyecto, por lo que medir el aprendizaje por la simple observación no es suficiente. El líder escolar puede sentarse con los estudiantes y preguntarles acerca de sus proyectos. Así pueden pedir a los estudiantes que les cuenten acerca del tema del proyecto y explicarles cómo las actividades en las que están trabajando les ayudan a responder sus preguntas.
Los líderes del ABP deben ayudar a sus profesores a compartir sus prácticas. Pueden incentivar las visitas entre salas para aprender cómo sus colegas enseñan y reflexionar acerca de cómo podrían aplicarlo en sus propias clases.
El mejoramiento continuo, a través de la reflexión y el uso de protocolos, es importante, pero no se debe olvidar celebrar los logros.
Fuente: Aziz, C. y Petrovich, F. (2016). “Red-Lab Sur: innovaciones educativas que conectan”, Fundación Chile, Santiago, Chile. (http://www.fch.cl/wp-content/uploads/2016/06/Libro-Red-Lab-Sur.pdf).
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