Así lo reveló el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) que evaluó los aprendizajes de los estudiantes de 3° y 6° básico, en distintas áreas curriculares y del cual Chile formó parte. El resultado de nuestro país destacó positivamente dentro del conjunto de participantes, de hecho Chile presentó grandes avances en Matemática, en los dos niveles evaluados.

Sobre esta medición, el significativo incremento del promedio nacional y un aumento considerable en la proporción de estudiantes en los segmentos de desempeño más altos, conversó Carlos Henríquez, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes  

Según la información publicada, los escolares chilenos lograron los mejores puntajes en Latinoamérica,  ¿a qué se debe este buen resultado?

Estos primeros resultados, muestran a Chile en un lugar comparativamente muy bueno respecto de los otros países. Sin embargo, nos parece que cada país, así como cada establecimiento, tiene sus propias trayectorias educativas y por lo tanto, lo más interesante es ver qué ha pasado con Chile en este tiempo.

TERCE reveló grandes avances en matemática, tanto en 3° como en 6° básico. El aumento de puntaje, se acompaña de una movilización de estudiantes desde los niveles más bajos a una mayor proporción de estudiantes en los niveles de desempeño 3 y 4. Esas son muy buenas noticias.

En Lectura, la observación de la tendencia también muestra buenos resultados, con un aumento significativo del puntaje en 6° básico.

Si bien aún no contamos con los análisis que nos permitan contextualizar mejor estos resultados, sabemos que en nuestro país existen esfuerzos permanentes desde la política pública y en los establecimientos educacionales, por diseñar e implementar medidas que mejoren el desempeño de los estudiantes. En educación los esfuerzos son de largo aliento y por lo mismo, en la Agencia de Calidad de la Educación trabajamos pensando en cómo contribuir a mejorar la situación actual del sistema educativo, pero también entendiendo que los resultados se irán viendo con el paso de los años.

Pese a los buenos resultados,  sigue existiendo en Chile muchas diferencias por los grupos sociales, ¿cómo mejorar aquello?

Lo que ocurre en Chile, es que como en todos los países (probablemente, salvo dos o tres naciones), existe una correlación entre nivel socioeconómico y rendimiento de los estudiantes.

Nuestra desafortunada particularidad, radica en que los estudiantes están muy segregados en función de estas características. Es decir, los establecimientos concentran estudiantes de muy similar situación socioeconómica. Esto tiene distintas implicancias, tanto para la gestión de los establecimientos, como para el modelo de sociedad que estamos construyendo.

En este sentido, el proyecto de ley que pone fin a la selección de estudiantes y al copago, busca precisamente erradicar prácticas que refuerzan y reproducen la segregación del sistema escolar.

¿Por qué la aplicación de la ley SEP ha permitido mejorar los resultados?

Si bien esta es una hipótesis, es razonable pensar que mayores recursos para los estudiantes más vulnerables, permiten tomar medidas de apoyo justamente, para quienes más lo necesitan.  Tanto la evaluación nacional como la internacional nos han demostrado que hay estudiantes que, pese a desenvolverse en entornos socioeconómicos menos aventajados, son capaces de demostrar altos desempeños. Esto nos da un incentivo moral, pero también un sustento empírico para destinar recursos a los estudiantes que por condiciones exógenas, tienen menos posibilidades de demostrar todo su potencial. 

En paralelo, también la literatura nos muestra que los esfuerzos de docentes, directivos y de la política educativa en general, deben ser mayores cuando el propósito es promover los aprendizajes de los estudiantes vulnerables. Esto porque ellos no cuentan en sus hogares con los mismos estímulos y apoyos que los estudiantes más favorecidos. El trabajo de los establecimientos tiene que tender a nivelar estas desigualdades. Por lo tanto, el trabajo colaborativo y con foco pedagógico es vital en esa dirección.

Sin embargo, sabemos que apoyar a los estudiantes socioeconómicamente desaventajados requiere de recursos extraordinarios, más allá de los grandes esfuerzos que muchas comunidades educativas hacen por sus niños y jóvenes. Es ahí donde entra la subvención escolar preferencial, proveyendo más recursos para apoyar la gestión de establecimientos que atienden estudiantes vulnerables, considerados y definidos como prioritarios en el marco de esta ley.

Además de los recursos, la Ley SEP posicionó una metodología de autodiagnóstico y planificación que ha sido muy valiosa. La fijación de metas de acuerdo a los desafíos y necesidades de cada escuela, es una metodología que también se recoge desde el sistema nacional de aseguramiento de la calidad. Esto en el sentido de ser capaz de observar mis propios resultados y a partir de ellos, tomar las medidas que me permitan un proceso evolutivo permanente.

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