Desde el 2007, un grupo de investigadores de la Universidad Católica del Norte liderado por el Biólogo Marino y Doctor en Oceanografía, Martin Thiel; más profesores y estudiantes de todo Chile, se encuentran estudiando el problema de la basura de nuestras playas y también generando acciones para enfrentar esta importante problemática medioambiental.

Gracias a un trabajo coordinado desde la Cuarta Región, esta agrupación conocida como “Científicos de la Basura” no solo ha llevado a cabo muestreos nacionales para conocer la conducta y percepción que tienen los chilenos respecto del tema de la basura en las playas y espacios públicos, sino que también han incursionado en el desarrollo de herramientas tecnológicas para que los profesores de todo el país puedan enseñar sobre el océano y sus problemáticas en la sala de clases.

Para Martin Thiel, su Director, el principal objetivo de esta agrupación es “educar” para intentar mitigar el gran problema que tenemos hoy con los “plásticos marinos”. “Nuestra iniciativa pretende enseñar de ciencia a los escolares, pero a la vez generar información relevante sobre la basura de los océanos y fomentar la conciencia ambiental a través de la propia experiencia de niños y jóvenes”, afirma.

A lo que se refiere Martin es que, la única manera de que las personas entiendan verdaderamente el problema, es experimentándolo en primera persona. Por esto, su trabajo científico se basa en llevar a los escolares de los distintos colegios a terreno para que recojan y vean con sus propios ojos la basura que se encuentra en las costas chilenas. Así, de vuelta en la sala de clases, poder analizar el tema con sus respectivos profesores y científicos involucrados en el proyecto.

El aprendizaje va mucho más allá que limpiar las playas

 Cada vez que un grupo de alumnos, profesores e investigadores visita una playa, se generan distintos muestreos que responden a una serie de preguntas científicas generadas por cada uno de los participantes y que, en general, tienden a evaluar la cantidad y tipo de residuos que se encuentran actualmente en las costas.

En este sentido, Martin defiende la experiencia de salir a recoger desechos a la playa junto a niños y jóvenes. Recalca que ésta no es una simple limpieza de arena y mar, “sino que los escolares participan de forma activa en una investigación científica, aprendiendo a ser científicos y también haciendo ciencia. Son participantes integrales de estas investigaciones, lo que fortalece su aprendizaje”.

Dada la basta experiencia de “Científicos de la Basura” con colegios de todo Chile -que no solo han participado recolectando basura en el mar, sino que también en ríos y lagos- y que está a punto de cumplir diez años, lo que recomiendan ellos a la hora de enseñar en el aula es precisamente lograr experiencias significativas que puedan relacionarse con el cotidiano de los alumnos.

“Hay muchos elementos en nuestros alrededor que nos pueden servir para aprender. Por ejemplo, como biólogos, creemos que es tan valioso aprender de biología usando los organismos que tenemos más cerca, como los queltehues y las hormigas de nuestro patio, que las jirafas de África y los osos polares. Por lo mismo, estamos convencidos que la mejor manera de aprender ciencia es participando de forma activa de una investigación científica, y eso es lo que estamos logrando con Científicos de la Basura”, declara Martin.

Para profundizar en el tema de la contaminación oceánica, en la web de la fundación se encuentran diversas guías con actividades relacionadas a la temática de la basura y que, según Martin, pueden ser usados perfectamente para complementar las diversas materias escolares como matemáticas, lenguaje, artes y, por supuesto, ciencias. Asimismo, sugiere el juego online “Acuáticos” para aprender del mar y sus cuidado.