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Regístrate y accede a la revistaCada día está más en boga el tema de la alimentación saludable. Los índices de obesidad en nuestro país superan el 34% en la población mayor de 15 años, y eso afecta un sin número de aspectos en nuestra vida. Una muy importante es el rendimiento laboral.
Dentro de la jornada escolar, los profesores generalmente tienen poco tiempo para alimentarse. Estos malos hábitos conllevan un deterioro en su desempeño dentro de la sala de clases, que puede afectar el aprendizaje de sus alumnos.
Según una Encuesta de Presupuestos Familiares, los chilenos somos campeones en tomar bebidas azucaradas y consumir pan. Otra costumbre que afecta nuestra salud y que puede ser muy recurrente entre profesiones con poco tiempo, como la de un profesor. Al respecto en Elige Vivir Sano explican por qué es importante cambiar las bebidas por agua y el pan por otros alimentos, como frutas, barras de cereal o yogurt.
El día a día de la alimentación
Lo primero, en tiempo e importancia, es el desayuno. No importa lo temprano que tenga que salir de casa, nunca se debe olvidar que esta es la comida más importante del día, la que “prende los motores” del cuerpo y del cerebro.
Como profesores, se es ejemplo de los alumnos en todo lo que hacemos. Eso incluye la alimentación, y en esto los snacks son clave. “Si ven que el profesor entre clases se come un paquete de galletas, obviamente no será un buen ejemplo, pero sí lo será si lo ven con una manzana”, explica la nutricionista Pilar Montes.
Pilar afirma que la alimentación es muy importante para el rendimiento, no sólo por cómo influye enormemente en la salud, sino también en la calidad de vida diaria. “La gente que come mal o menos de lo que necesita tiene más probabilidades de tener dolores de cabeza, mayores distracciones, cansancio, fatiga y somnolencia. Por lo mismo rinde mucho menos”.
Luego viene el almuerzo. Un estudio publicado recientemente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las prácticas de alimentación laboral en nuestro país señala que un tercio de los chilenos no almuerza, y casi un 40% admite que la calidad de lo que come a esta hora no es lo adecuado.
Aunque lo recomendado es destinar un tiempo sentado y exclusivamente para comer, Pilar reconoce que muchas veces esto no se logra dentro del día. “El no almorzar, además de perjudicar la salud, nuevamente puede perjudicar el rendimiento, por eso se debe hacer el esfuerzo de destinar al menos 20 minutos para comer algo nutritivo, que incluya una ensalada, un plato de fondo y una fruta. Y si definitivamente el tiempo no alcanza, que preparar un sándwich lo más sano posible para comerlo, por ejemplo, mientras se corrigen pruebas”.
Dentro del día, otro hábito que no se puede olvidar es el agua. “Ojalá los profesores llevaran una botella y tomaran durante la clase. Sobre todo, porque son personas que en su trabajo hablan mucho. Además, serán un ejemplo para sus alumnos”, concluye.
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