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Regístrate y accede a la revistaInternet es una herramienta de uso cotidiano. Sin embargo, en muchos casos los usuarios desconocen las características básicas de su funcionamiento. Saber cómo funciona y cuáles son sus principales características, es fundamental a la hora educar a niños y jóvenes en el uso responsable, ético y seguro de las tecnologías.
1.- Todo se paga en internet
Contrario a lo que pudiéramos pensar, no hay nada gratis en la web. En la realidad, la moneda de pago son los datos personales de cada usuario y la data que se extraiga de sus conductas online (horarios de conexión, lugar, contactos, etc.). La información de los perfiles, intereses, gustos, hábitos de consumo, entre otros, es información que, consciente o inconscientemente, se va dejando en la web y es recabada con fines comerciales, económicos, políticos o de seguridad. Los servicios webs se financian, en su mayoría, con la publicidad que se ofrece de manera directa y personalizada a cada usuario según su edad, intereses, necesidades y contexto.
Ahora bien, si una web es gratis, este sitio tendrá más visitas y, por lo tanto, obtendrá mayor información de los usuarios, la que podrá ofrecer a las empresas para lograr más ingresos por publicidad. En la sociedad actual, la información es sinónimo de poder y el que posee más información, tiene mejores oportunidades de negocios.
2.- No todo en internet es bueno ni siempre es verdad
Cada vez son más las personas que usan internet para buscar información, hacer negocios, aprender, entretenerse y comunicarse. Sin embargo, en la web hay disponible todo tipo de contenidos. No es sencillo distinguir qué es bueno y qué es malo en internet. Debemos tener presente que cualquier persona puede publicar contenidos sin ser experto. Hoy existen cientos de herramientas para editar sitios web y blogs y son muy sencillas de utilizar. Las webs confiables siempre exponen sus fuentes bibliográficas desde donde toman la información base que utilizan para sus publicaciones. Además, ponen a disposición de los usuarios las referencias de sus autores, citando debidamente las ideas escritas con el fin de ofrecer credibilidad a sus lectores. Un usuario responsable debe siempre contrastar la información que encuentra en la web con otras fuentes bibliográficas, adoptando una posición crítica frente a lo que lee ya que no todo lo que hay online está validado por expertos, ni mucho menos tiene la calidad esperada.
3.- Los datos que se comparten en internet no se borran de la web
Internet se ha convertido en una inmensa base de datos y el problema es que no siempre sabemos qué ocurre con la información disponible sobre los usuarios. Desconocemos cuánto tiempo quedarán esos datos en la web, qué uso se puede hacer de ellos o quiénes tienen acceso a utilizarlos. Internet y, en particular, las redes sociales se han transformado en una inmensa memoria colectiva (ajena a sus protagonistas), que crece sin mayor control por parte de los usuarios. Es imposible controlar el flujo de información que circula por la web.
Los usuarios deben tener presente que será casi imposible dar de baja en un 100 por ciento la información que se ha compartido en la web, ya sean fotos, videos, ideas o documentos. Si alguien copia o envía a otros usuarios por correo electrónico la información publicada, o simplemente la guarda en su computadora, ya se pierde el control sobre ese contenido. Por otra parte, al abrir una cuenta en una red social, se autoriza a la empresa (sea Facebook, Instagram u otra red social) a darles diferentes usos a los datos personales que se publican y que se irán recopilando a lo largo del tiempo en que se use la cuenta. Las empresas de servicios webs explicitan el tratamiento de datos personales de los usuarios en sus políticas de privacidad y condiciones de uso del servicio, pero pocas veces los usuarios leen esto con atención antes de abrir la cuenta.
4.- Las acciones que se realizan en el mundo virtual pueden tener consecuencias en el mundo real
Algunas personas no dimensionan las consecuencias de sus actos en el mundo virtual. Todas las acciones que en la vida real tienen carácter de ilegales, en el mundo virtual también lo tienen. Por ejemplo: si se hurta un producto de una tienda de dulces, se está cometiendo un delito, al igual que cuando se descarga música desde internet utilizando sitios ilegales. Es importante que los usuarios conozcan las leyes que rigen también en el mundo virtual.
En Chile existe, por ejemplo, la ley Nº 20.536 sobre violencia escolar o bullying, que considera sanciones a diferentes tipos de acoso cibernético. A su vez, la ley 17.336, sobre propiedad intelectual, es la norma que regula los derechos de autor. Esta ley busca evitar que contenidos digitales se copien desde internet sin regulación.
5.- Nadie controla internet
Efectivamente esto es así. Servicios webs como redes sociales o sitios de empresas, proponen sus políticas de privacidad y condiciones de uso, pero no existe un organismo de carácter mundial que regule, norme y controle el crecimiento de internet, las conductas de sus usuarios y la calidad de los contenidos que se presentan en la web.
Existen, en diferentes países, oficinas gubernamentales a cargo de regular algunos aspectos de internet como, por ejemplo, la inscripción de las direcciones web. En Chile, este trabajo lo realiza la empresa NIC Chile vinculada a la Universidad de Chile. Otro ejemplo es el World Wide Web Consortium, abreviado W3C. Este consorcio internacional da recomendaciones para el uso y crecimiento de internet, a modo de sugerencias generales, pero no tiene capacidad de promover leyes para todo el mundo. En definitiva, la internet no está siendo controlada de manera global por ningún organismo particular, por lo que es importante tener presente que es difícil para un usuario solucionar problemas en el mundo virtual, ya que generalmente los servicios web utilizados provienen de otros países y cada uno se rige por las leyes locales.
6.- Internet no tiene dueño
Efectivamente es así. Internet es descentralizada y no tiene dueño. Al ser una gran “red de redes” no existe posibilidad de tener un dueño general o un controlador global. Cada usuario es dueño de sus equipos, cableados y módems. Los accionistas y dueños de redes sociales o servicios web, como Facebook o Instagram, son propietarios de estas empresas. Sin embargo, nadie puede ser dueño de toda la internet. Este punto es importante, porque los usuarios deben saber que es complejo buscar ayuda o ejercer un reclamo en caso de ser acosado o amedrentado a través de internet. Si bien hay leyes que regulan y sancionan muchas de las acciones negativas que los usuarios cometen en la web, la conexión entre países, los tiempos judiciales entre diferentes estados y la enorme cantidad de usuarios de internet, hacen que cada vez sea más difícil controlar.
7.- Cualquier persona puede usar internet
A internet puede acceder cualquier persona que tenga un equipo y conexión. Esta realidad le da un gran valor a internet, ya que la convierte en un espacio diverso y heterogéneo. Es entonces necesario educar a los usuarios en el respeto hacia todas las personas que participan de la web, dándole un uso positivo y responsable, y cuidando tanto su huella digital como la de los demás.
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