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Regístrate y accede a la revistaAnorexia, Bulimia nerviosa y Trastorno por atracón
Los trastornos comúnmente diagnosticados son la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón. ¿Cómo saber si nuestros hijos están desarrollando alguno de estos?
Responde Christine von Holt, Psicóloga Clínica Infanto Juvenil, especialista en Psicoterapia Estratégica Breve y Terapia Grupal y parte del equipo de Psiquiatría Infantil y del Adolescente de Clínica Las Condes.
“Siempre hay que evaluar si es necesario pedir ayuda profesional. Pero si estamos frente a un hijo o hija que ha perdido peso de manera significativa, inmediatamente debemos consultar con un profesional experto en trastornos alimenticios. Ahora en época de cuarentena se puede consultar a través de telemedicina”, recuerda Marie Christine von Holt.
Hay tres criterios en común que presentan La Anorexia y la Bulimia:
En el Trastorno por Atracón la persona no necesariamente realiza comportamientos compensatorios para evitar la pérdida de peso.
Los criterios de este trastorno son:
-Comer mucho más rápidamente de lo normal.
-Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
-Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente. Comer a solas, debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere.
-Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.
¿Cómo abordar a los hijos adolescentes, en caso de advertir algunas de estas señales?
Lo primero es encontrar espacios y momentos en los cuales los padres se acerquen a ellos, ojalá encontrar un momento grato y cálido y desde ahí comenzar a conversar con el hijo o hija, preguntarle cómo está en general, cómo se siente en la situación de la pandemia, cómo le ha ido en sus rutinas, en sus clases, etc. y al mismo tiempo indagar en sus intereses. Es decir, lo primero es comenzar a conectar con el adolescente desde sus intereses, emociones, pensamientos. Si el adolescente expresa angustia o algún malestar, lo más importante es validar la emoción y contener. Esto puede ser difícil, porque los adolescentes en general no quieren hablar mucho de lo que les pasa con los padres o pueden estar defensivos, por eso esto es sin presión, acercarse de a poco, con interés genuino, con respeto y cariño.
En la casa lo que hay que evitar es tener una actitud “persecutoria”, controladora o una actitud de hiper alerta frente a la alimentación del hijo/a porque eso aumenta la defensividad, tiende a mantener y agudizar los síntomas en trono a la alimentación y por lo tanto es menos probable que el menor converse con los padres y más probable que se retraiga y continúe con conductas poco sanas en torno a la alimentación. Los padres deben manejar su propia ansiedad frente a la alimentación del hijo.
¿Cuál es el peligro de los trastornos alimenticios?
Los trastornos alimenticios producen mucho sufrimiento en la persona que los padece como también en sus cuidadores, su familia y su entorno. Existen prejuicios hacia las personas que padecen este tipo de trastornos, muchas veces son juzgados como personas con poca falta de voluntad o al revés como personas “porfiadas” o superficiales, que están preocupadas solo de su imagen corporal, lo cual es totalmente erróneo, ya que es un trastorno mental, frente a lo cual la persona presenta un dolor y un sufrimiento profundo a la base.
¿Cuáles son los riesgos de estos trastornos en la adolescencia?
La adolescencia es una fase esencial para el desarrollo cerebral y una mala alimentación puede impactar en la estructura del cerebro llevando a déficit cognitivos, tanto en el desarrollo del aprendizaje como en el desarrollo psico emocional. Por otro lado, se ha visto que personas que han padecido de anorexia nerviosa en la adolescencia pueden tener problemas de fertilidad en la adultez. Algunas de las consecuencias psicológicas pueden ser: Aislamiento social, sentimientos negativos hacia si mismo, baja autoestima, bajo nivel de autonomía, dificultades a nivel cognitivo y de aprendizaje, y co existencias de otros cuadros que deben ser bien diagnosticados por un especialista. Por eso que es tan importante el tratamiento médico inmediato, porque al restablecer la nutrición con un equipo especialista en trastornos alimentarios.
¿Cuál es el diagnóstico en los casos tratados profesionalmente?
En los últimos años se ha observado que el pronostico de mejoría en adolescentes es más alto que en adultos, el 70% de los jóvenes logra una recuperaron completa al recibir tratamiento adecuado, lo cual nos da mucha esperanza. Los factores relacionados a un mejor pronóstico son: edad más temprana de inicio, menor tiempo de evolución y mejor relación padre/madre hijo: por eso es esencial detectar tempranamente el trastorno.
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