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Regístrate y accede a la revistaEs esencial descubrir qué es eso que nos motiva y llena de energía nuestras acciones. Así será más fácil y llevadero estudiar, trabajar, o lo que sea que nos planteemos hacer. Por eso es tan importante cuidar y estimular la motivación de nuestros hijos.
La palabra motivación viene de la palabra latina para “movimiento” y se relaciona con “motivo”, que quiere decir causa o razón para llevar a cabo una acción. En la práctica, motivación es la energía que nos mueve a hacer algo que creemos o sabemos puede otorgarnos bienestar o resultados. Puede estar relacionada con experiencias previas que nos gustaría replicar o con ideas acerca de un futuro que aun no conocemos pero que pensamos que puede provocar una recompensa.
¿Y de dónde viene esa razón que nos mueve? Se habla de que existen dos tipos de motivación según la fuente.
La motivación intrínseca es aquella que nace del interior de cada uno, del deseo de cumplir ciertas cosas que son importantes para nosotros. Por ejemplo, el gusto de aprender por aprender, sin enfocarse en lograr un título que luego lleve a ampliar horizontes laborales. Puede que se den ambas cosas a la vez, pero la causa de la acción, de esforzarse, etc. es simplemente - ¡y profundamente! - llenar un deseo propio que nos hace sentir bien y contentos, aunque nadie en el mundo supiera de eso que hacemos.
La motivación extrínseca, en cambio, es el conjunto de acciones que llevadas a cabo para conseguir una recompensa externa, o bien, acciones que se realizan por cumplir un deber o expectativas de otros, como padres o profesores.
Visualizar ambas fuentes es muy útil cuando se es educador o padre pues sirve para indagar en qué mueve realmente al niño o joven. A veces, las personas en quienes prima la motivación extrínseca no han experimentado un conocimiento de sí mismos que les permitan distinguir sus motores. También se sabe que cuando las acciones de vida están guiadas por la búsqueda de resultados externos puede haber más frustración, pues esos resultados no dependen de nosotros.
Finalmente, motivación intrínseca y extrínseca son complementarias. Hacer algo o emprender un camino porque nos gusta, nos pone contentos, sentimos que aportamos, usamos nuestros talentos, nos da paz, hace sentir orgullosos a nuestros padres, etc. y, al mismo tiempo, vemos que ello cuaja en lograr cosas que también nos aportan como un título, un sueldo, una trayectoria, un puesto en la selección deportiva, etc.
¿Qué detiene la motivación?
El juicio y la crítica, pues generan miedo y paralizan.
¿Qué favorece la motivación?
La confianza en uno mismo y la certeza de que tenemos algo valioso que entregar.
Fuentes:
@neurocienciasenfacil
https://blog.cognifit.com/es/motivacion-intrinseca-extrinseca/
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