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Regístrate y accede a la revistaTodos los padres queremos que nuestros hijos descubran sus fortalezas y cultiven sus talentos. Pero la psicóloga Nuria Pedrals nos hace ver que, paradójicamente, nuestro estilo familiar y escolar se concentra mucho más en identificar y combatir sus imperfecciones.
Si a los padres de un niño de 6° básico el profesor jefe les informa que a su hijo le va excelente en redacción y es un gran lector, pero regular en matemáticas…, es muy probable que esos padres salgan preocupados de la reunión, le insistan en que le dedique tiempo a los números, e incluso le prohíban leer tanto. Para la psicóloga Nuria Pedrals esa reacción es habitual, “sobre todo en nuestra cultura, donde vivimos mucho más centrados en lo que no tenemos, que en potenciar fortalezas”.
Esta conducta se debe a su juicio a dos errores: por una parte, al error de pretender que los hijos sean buenos para todo, sin darse cuenta que cuando un niño tiene un talento, hay que concentrarlo en él. “Un talento hay que trabajarlo con mucha fuerza y determinación para hacerlo florecer”, dice. Por otra parte, el otro error es creer que nuestras imperfecciones son las que nos pueden hacer fracasar, cuando sucede lo contrario. Son las habilidades y fortalezas las que nos permiten salir adelante y ser felices.
“Por esto –explica- identificar las fortalezas y cultivar los talentos de los niños es un asunto muy serio, porque lo que está en juego es su felicidad; no sólo lo feliz que él pueda ser durante la infancia, sino también el nivel de bienestar que pueda alcanzar luego, como adulto”.
Durante su charla “Cómo ser más felices, bases científicas y prácticas”, dictada en un simposio organizado por el Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad Católica, Nuria Pedrals, dio tres poderosos argumentos para que las personas en general, pero especialmente los padres, cambien su mirada y centren sus esfuerzos en ayudar a sus hijos a descubrir sus talentos”.
Primer argumento: Desarrollar fortalezas permite construir relaciones
En la vida adulta es muy importante ser capaz de trabajar en equipo y de hacer familia de un modo afectivamente sano. Si la persona no es capaz de llevarse bien con sus compañeros o equipo de trabajo, o sus relaciones familiares no son buenas, todo su bienestar y el de quienes lo rodean se ve afectado.
“Un niño que desde pequeño comienza a contactarse con sus talentos, sabrá qué puede aportar a los demás, y más importante tal vez, sabrá reconocer y valorar los talentos de los otros”, dice Nuria Pedrals, y agrega: “El bienestar futuro de un hijo se puede cultivar desde sus propias fortalezas, ya que cuando una persona se conoce a sí misma, sabe dónde están sus potencialidades”.
¿Qué pueden hacer los padres? Ayudar a que su hijo responda a la pregunta “¿quién eres?”, sabiendo para qué es bueno, qué hace mejor, qué puede aportar a los demás. Cuando eso ocurre, mejoran en el hijo los niveles de confianza, esperanza, optimismo y resilencia, categorías que influyen enormemente en su estado de ánimo, carácter y proyecto de vida.
Segundo argumento: Conocer los talentos ayuda a comprometerse con ellos
Nuria Pedrals cita a Mihály Csíkszentmihályi, profesor de psicología en la Universidad de Claremont y destacado investigador de las fortalezas humanas, como son la creatividad, la motivación intrínseca y la responsabilidad.
“Él ha comprobado que cuando las personas descubrimos cuál es la zona de nuestros talentos, nos sentimos energizados y nuestro aporte al mundo “fluye”. Pararse sobre esos talentos impide vivir a contrapelo. Por el contrario, cuando una persona utiliza sus destrezas y habilidades, y logra llevarlas al máximo, se siente realizada. Todo esto le permite comprometerse con su trabajo y proyecto de vida”, explica.
¿Qué pueden hacer los padres? Ayudar a que los hijos, luego de conocer sus fortalezas y habilidades, se comprometan con ellas. Nuria Pedrals aclara que tener un talento o una fortaleza no significa que la persona no debe exigirse en ello. “Al contrario -dice-, cuando uno tiene una habilidad, hay que entrenarla. Se calcula que se tarda al menos 10 años en fortalecer un talento. Pero lo importante es que desarrollarlo genera emociones positivas, y por eso, al trabajar con gusto, sentimos que mejoramos, que nos llenamos de energía, que somos felices.
Tercer argumento: Saberse con algún talento permite desarrollar una personalidad positiva
Según Nuria Pedrals, en los actuales adultos podemos ver el resultado de una educación y un estilo de vida centrado más en sus deficiencias que en sus fortalezas.
El estrés crónico es una condición cada vez más común en Chile: el 30% de las licencias médicas se deben a este mal y según datos del Ministerio de Salud, 1 de cada 4 personas sufren estrés.
Las personas estresadas se sienten sin energía y desmotivadas. Y Nuria Pedrals explica que esto, en gran medida, se debe a que por un concepto estrecho y equivocado del éxito, muchas personas se dedican a funciones o trabajos que no tienen relación con sus fortalezas.
“La dinámica de la energía ha sido muy estudiada –señala-. Y una persona con alta energía y emociones positivas, vive energizada, segura, contenta, conectada y comprometida. Si su energía es alta, pero sus emociones son negativas, vivirá enojada, ansiosa, defendida y resentida. La depresión y el agotamiento aparecen con la baja energía y la emoción negativa”.
¿Qué pueden hacer los padres? Nuria Pedrals invita a “cambiar la mirada”; enfocarse en cultivar sus talentos más que en borrar sus imperfecciones. Recomienda vivir la crianza como una oportunidad de disfrutar muchas experiencias donde las fortalezas de los hijos pueden aflorar, más que vivir su infancia como una competencia de alto rendimiento en todas las áreas. HF
Fuente: En su conferencia “Cómo ser más felices, bases científicas y prácticas”, dictada en el marco del Simposio Internacional de Alimentación Mediterránea, Bienestar y Salud, organizado por el Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad Católica, CNMEC-UC.
Todos tenemos fortalezas
Cuestionario para identificarlas
El VIA Inventory of Strengt, traducido al castellano como Cuestionario VIA de Fortalezas Personales, es un cuestionario que mide el grado en que un individuo posee cada una de las 24 fortalezas y virtudes que han sido desarrolladas por el Values in Action Institute (VIA), bajo la dirección de Martin Seligman y Christopher Peterson.
1. Curiosidad, interés por el mundo.
2. Amor por el conocimiento y el aprendizaje.
3. Juicio, pensamiento crítico, mentalidad abierta.
4. Ingenio, originalidad, inteligencia práctica.
5. Perspectiva, ser capaz de dar consejos sabios.
6. Valentía, no dejarse intimidar ante la dificultad o el dolor.
7. Perseverancia y diligencia.
8. Integridad, honestidad, autenticidad, ir siempre con la verdad por delante.
9. Vitalidad y pasión por las cosas, afrontar la vida con entusiamo y energía.
10. Amor, apego, capacidad de amar y ser amado.
11. Simpatía, amabilidad, generosidad.
12. Inteligencia emocional, personal y social.
13. Ciudadanía, civismo, lealtad, trabajo en equipo
14. Sentido de la justicia, equidad.
15. Liderazgo, animar al grupo del que uno es miembro para hacer cosas.
16. Capacidad de perdonar, misericordia.
17. Modestia, humildad, dejar que sean los demás los que hablen de uno mismo.
18. Prudencia, discreción, ser cauteloso a la hora de tomar decisiones.
19. Auto-control, auto-regulación, tener capacidad para regular los propios sentimientos y acciones.
20. Apreciación de la belleza y la excelencia, capacidad de asombro.
21. Gratitud. Ser consciente y agradecer las cosas buenas que a uno le pasan.
22. Esperanza, optimismo, proyección hacia el futuro.
23. Sentido del humor. Gustar de reír y gastar bromas, sonreir con frecuencia.
24. Espiritualidad, fe, sentido religioso.
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