La creatividad no es un don que poseen sólo algunas personas. Es una variedad de procesos de pensamiento distintos que todos podemos aprender a usar más eficazmente. Aquí algunas certezas que nos dice hoy la ciencia y que pueden ayudarnos a comprender el proceso creativo para sacarle partido.

1. El momento de frustración es el punto de inflexión

El acto de quedar perplejo es esencial para el proceso creativo porque necesitamos estar convencidos de que no hay solución, de que nunca resolveremos nuestro problema o terminaremos de armar nuestra maqueta.

Necesitamos ese sentimiento de frustración porque nos lleva a un momento de percepción final. Estudios de mapeo cerebral muestran que, ante un problema, el hemisferio izquierdo del cerebro (el lado del cerebro típicamente asociado con la resolución analítica de problemas) funciona correctamente. Sin embargo, los problemas difíciles desgastan el proceso de pensamiento del lado izquierdo haciendo que las personas se frustren y consideren que sus desafíos son imposibles de resolver.

Esta frustración es crucial porque muestra la necesidad de usar un método alternativo. En los estudios se ve que produce un cambio en la actividad desde el lado izquierdo hacia el lado derecho del cerebro, considerado el sector más creativo. Una vez que la actividad se desplaza hacia el lado derecho, las personas generalmente experimentan momentos de comprensión y de avistamiento de una posible solución.

2. Lo esencial es perseverar

Para activar el lado derecho del cerebro y poder terminar el desafío en que trabajamos, es necesaria la perseverancia y la voluntad de terminar la tarea. Es decir, la persona debe decidir no quedarse atrapada en la frustración y avanzar hacia la creatividad. Sin perseverancia, pasión, sin largas horas de trabajo o de práctica, no es posible. Los estudios han demostrado que la determinación es uno de los predictores más importantes para el éxito, porque nadie tiene el talento suficiente para no tener que trabajar duro.

3. Debemos saber reconocer cuándo descansar

Aunque la perseverancia es clave para los avances creativos, a veces tomarse un descanso, retroceder y reenfocarse puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y lograr una actitud más creativa. Los estudios muestran que una mente relajada, calmada, es más probable que vea las respuestas que fueron bloqueadas por un estado mental frustrado.

Relajar la mente puede ser más fácil de los que pensamos. Tomar una ducha tibia, apagar un momento el teléfono y alejarse del computador, o -si hay tiempo- tomarse la tarde libre para conversar con amigos, tocar un instrumento o ver una serie entretenida.  

4. Mirar nuestro problema desde afuera permite avanzar

Los estudios demuestran que viajar es una forma de mejorar la creatividad porque obliga a la persona a actuar de manera no normal, al ser todo nuevo y diferente, tal vez en un idioma que no manejamos bien. Esta novedad hace que la persona aumente la percepción de verse a sí mismo desde afuera. ¿Habré hecho lo correcto? ¿Se da o no propina en este país?

Por supuesto no es necesario viajar para tener estos beneficios. Mirar las propias cosas desde afuera es un estado mental a la mano de todos. Un ejercicio que ayuda es pensar que uno y su problema (su tesis por escribir, su maqueta por terminar, etc.) pertenecen a una película. ¿Qué haría el protagonista? ¿Qué cambios debiera hacer para concentrarse más? Convertirse en un extraño para su propio problema puede ser muy beneficioso para resolverlo.

(Adaptación del original “Five Tips for Reaching Your Creative Potential” de Johan Leher publicado en el sitio web de Greater Good Magazine)