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Regístrate y accede a la revistaDesde los inicios de la masificación de las tecnologías, prácticamente todos los ámbitos de la vida laboral se han visto fuertemente impactados, modificando profundamente los perfiles profesionales y oficios.
La educación es uno de los principales motores para generar cambios profundos en la sociedad… Son las escuelas y sus profesores los llamados a formar a los nuevos profesionales del siglo XXI… pero seguimos cumpliendo la tarea de enseñar de la misma manera que 30 años atrás.
¿Cómo adaptarse al cambio?
Los profesores que asumen el desafío de formar a sus alumnos para esta sociedad hiperconectada y cambiante, deben necesariamente sumar las tecnologías en sus actividades docentes y disponerse a formarse a lo largo de la vida… Esto les permitirá liderar, innovar y promover cambios en la calidad de los aprendizajes de sus alumnos. El resto se apostará en la orilla de enfrente sin poder aprovechar las oportunidades que las tecnologías ofrecen.
Todos están llamados a participar en estos cambios, pero solo unos pocos asumirán el desafío. El llamado es urgente, la realidad nos evidencia alumnos aburridos. A medida que crecen y van adoptando las tecnologías, la clase expositiva no les hace sentido y el rol pasivo los va desconectando de su propio proceso de aprendizaje. El cerebro de nuestros alumnos, con el acceso a las pantallas desde temprana edad, está cambiando su desarrollo neuronal.
Ya no tienen la misma capacidad de antes para estar sentados y concentrados, sino que son más activos e hiperconectados. Quieren y necesitan aprender haciendo. Los videojuegos y redes sociales los desafían a vivir al extremo, a tomar decisiones complejas, a investigar y relacionarse con cientos de personas diferentes. En las escuelas hay tanto apuro por pasar contenidos, que al alumno se le entrega todo listo para memorizar, y nada para pensar. Se les cuenta la historia, pero no se les permite pensarla.
Son cientos los estudios que concluyen que la clave para mejorar el sistema educacional chileno es contar con profesores de excelencia. El problema es que, para ser un profesor excelente, se necesita tiempo para estudiar, pensar, formarse en nuevas metodologías, capacidad de adaptarse a los cambios y empatía, entre muchas otras cualidades. Sin embargo, el sistema abruma, con una alta carga laboral y pocas horas para formarse en la excelencia que nuestros niños merecen. Además, le sumamos a este escenario escuelas con pocos recursos tecnológicos, mala conectividad y profesorado con escasas competencias digitales que permitan innovar en las estrategias de aprendizaje utilizando tecnologías de apoyo.
En pleno siglo XXI, en la era de la digitalización e hiperconectividad, muchos creen que pensar en el uso de las TIC es una nueva carga para el docente. Esto es rotundamente falso. Si las utilizamos adecuadamente, las TIC, redes sociales, comunidades virtuales de aprendizaje, pueden ayudarnos a enfrentar los retos antes descritos con muy buenos resultados. Optimizan el tiempo y permiten estandarizar resultados en el corto plazo. Las TIC nos facilitan acercarnos a otros y aprender colaborativamente. Amplifican la formación profesional, permitiendo su acceso a través de cursos online 24/7 impartidos en las mejores universidades del mundo. Nunca antes la oferta formativa fue tan amplia, variada y económica.
¿Cuáles son las competencias digitales básicas para un docente?
Nunca antes en la historia hemos tenido tantas oportunidades para generar cambios ni hemos podido acceder a tanta información. Estas oportunidades están creando grandes diferencias entre los profesores que aprovechan el potencial de los alumnos y los que prefieren negar o prohibir las TIC debido a sus miedos o falta de visión, y se quedan en la vereda viendo pasar los desafíos que nos trae la era de la hiperconectividad.
Necesitamos profesores alfabetizados digitalmente, deseosos de promover cambios sociales desde su sala de clases, con hambre de aprender más, de liderarse a sí mismos y a sus alumnos para lograr ser mejores cada día.
Hoy tus alumnos te hacen un llamado a ti, profesor, profesora, no importa tu edad ni la asignatura que dictas… quieren que les ayudes a prepararse para este mundo que nunca antes había ofrecido tantas oportunidades. Quieren que tú inicies el cambio en sus vidas, que tú seas el primero en innovar, usando las TIC como medio para crecer y desarrollar sus talentos.
Entonces, hazte la pregunta: ¿A qué lado de la vereda quiero estar?
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