"No voy a pintar más interiores con hombres leyendo y mujeres tejiendo. Voy a pintar la vida de personas que respiran, sienten, sufren y aman". Edvard Munch

El expresionismo hace referencia a un movimiento artístico nacido en Alemania a principios del siglo XX y que privilegia la expresión de los sentimientos y las emociones del artista por sobre la representación de la realidad objetiva, noción que había defendido anteriormente el impresionismo. El fin último del expresionismo fue potenciar el impacto emocional en el espectador, distorsionando y exagerando los temas. La fuerza psicológica y expresiva de la obra se plasma mediante los colores fuertes, las formas retorcidas, las líneas diagonales formando vértices puntiagudos y la composición agresiva. La iluminación y la perspectiva se alteran en forma intencional y predominan el dramatismo y lo trágico. Este movimiento artístico presenta un enfoque pesimista dadas las condiciones históricas de los países europeos de aquel período, marcados por el terror de la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918) y el período de entreguerras (1918 a 1939).

El grito

Óleo, temple y pastel sobre cartón, 1893

91 cm × 74 cm

 El artista noruego Edvard Munch (1863 – 1944) es considerado el primer pintor expresionista. La prolongación de las líneas, el dramatismo intenso, la deformación de los personajes y la intensidad del color, lo convirtieron en uno de los referentes más importantes de este estilo. Si bien sus primeras pinturas recibieron la influencia de los artistas impresionistas como Van Gogh, rápidamente se inclina por la idea de plasmar en su obra las sensaciones de angustia y soledad del ser humano, principalmente motivado por los profundos cambios sociales y culturales de los que es testigo. Una de sus obras más destacadas es el “El grito”, en la que se presenta como personaje principal a una figura andrógina en primer plano en gesto de desesperación que transmite gran expresividad y fuerza, ubicado sobre un sendero que se pierde al fondo de la escena.

El origen de esta obra puede encontrarse en la biografía del propio artista: una infancia enfermiza, la muerte de su madre y una hermana, una figura paterna extremadamente severa y los sucesos sociales de los que fue testigo. Su visión angustiosa de la realidad se pone en evidencia en el cuadro, en el que —según el relato del propio artista— la naturaleza se expresa en su colorido y forma de manera amenazante, provocándole gran ansiedad. De este modo, el grito referido en el título puede relacionarse con el personaje central y la expresión de su rostro y con la naturaleza que como paisaje de fondo parece hablarnos.

La torre roja en Halle

Óleo sobre tela, 1914

120 x 90,5 cm.

Otro artista de gran importancia para comprender el movimiento expresionista es Ernst Ludwig Kirchner, máximo exponente de este estilo en Alemania, quien logra extraer la esencia del urbanismo en sus aspectos positivos y negativos, tensionando los edificios de viviendas con los espacios industriales propios de los avances tecnológicos de principios de siglo. En su obra “La torre roja en Halle” el color saturado, el juego entre los colores cálidos y fríos en rojos y azules y las líneas diagonales se vuelven protagonistas de un paisaje desolado en el que no es posible notar presencia humana. La torre se presenta como el elemento principal, ubicándola en el centro de la escena mediante una perspectiva forzada. En el último plano aparece una mancha con colores claros como una gran nube de humo, recordando los vestigios de la Primera Guerra Mundial que azota a las ciudades alemanas. Este hecho explicaría en gran medida la falta de personas en las calles. La soledad y oscuridad del espacio sobrecoge provocando gran inquietud.

El expresionismo se puede entender más allá de un estilo artístico, podría considerarse una forma de pensamiento y visión. Es la percepción vital de una generación de artistas jóvenes que se niega a captar la realidad en forma objetiva y da prioridad a sus percepciones, posibilitando un vínculo afectivo con el espectador, captando los miedos e inquietudes propias de un período que ve cómo su horizonte calmo cambia, tal como las líneas diagonales de las obras expresionistas pueden denotar la falta de un suelo firme donde pisar.

Actividad (recomendada para estudiantes de segundo ciclo de enseñanza básica)

 Para comenzar la actividad se sugiere presentar a los estudiantes algunos artistas expresionistas y generar un diálogo considerando la relación existente entre el arte y el contexto social, la labor del artista como un comunicador de los sentimientos personales y sociales y el uso de los elementos como la línea y el color como medios expresivos.

Posteriormente, se les pide que escojan una noticia actual del acontecer nacional o internacional y la reinterpreten en clave expresionista, tomando en cuenta el color, el gesto de los personajes retratados y los sentimientos que a ellos como artistas les produce la noticia escogida (miedo, tristeza, rabia, etc.). Se sugiere trabajar con lápices pastel o témpera para lograr colores puros y saturados.

Para finalizar, cada uno debe presentar su trabajo y comentar su creación propiciando la reflexión crítica entre los compañeros.