"El surrealismo no es la sorpresa mágica de encontrar un león en el armario donde quería tomar una camisa". Frida Kahlo

 

Salvador Dalí
La persistencia de la memoria
Óleo sobre tela, 1931
24 x 33 cm

 El movimiento Surrealista se desarrolló entre 1920 y 1930 en Francia y se caracterizó por reunir artistas visuales, escritores, poetas, cineastas que crearon en torno a lo irracional, lo onírico y lo incongruente. Se concibió como una forma revolucionaria de pensar y expresar las ideas. Fue impulsado por el artista André Bretón, principal teórico del movimiento, quien en conjunto con los otros miembros del grupo, estudió las investigaciones de Sigmund Freud sobre el inconsciente y el sueño, redactando en 1924 el primer Manifiesto Surrealista.

Dos representantes destacados de este movimiento fueron Salvador Dalí y René Magritte. El primero, el artista español Salvador Dalí (1904), desarrolló una obra construyendo imágenes basadas en los sueños y el inconsciente. Incursionó en variados ámbitos de la creación: pintura, escultura, grabado, cine e incluso en escenografías. Una de sus obras más destacadas fue “La persistencia de la memoria”, un paisaje pintado que nos invita a reflexionar sobre el tiempo. El objeto más característico de este es el reloj, elemento que en este caso está representado derretido y en distintas posiciones. La condición blanda opuesta a la rigidez de la realidad, nos sugiere una ductilidad y cambio de la temporalidad. Nos rompe la percepción común de ver un reloj como un objeto estructurado y rígido. En el centro de la obra, aparece derretida una cara con gran nariz y pestañas que se funden en la oscuridad del suelo. El cuerpo blando se transforma en base para uno de estos relojes sumándose al derretimiento.

Los elementos se distribuyen sobre un árido paisaje, terminando en un fondo sobre un horizonte rocoso. El espacio vacío de toda la obra, ayuda a centrar la tensión sobre los objetos en primer plano. Sin embargo, la luz y calidez de las rocas de atrás no dejan de estar presentes.

René Magritte
El imperio de las luces
Óleo sobre tela,1958
146 x 114 cm

El segundo artista es el pintor belga René Magritte (1898), quien, al igual que Dalí, pinta los objetos surrealistas desde la representación de la realidad. Estos elementos aparecen insertos en escenarios inventados que nos invitan a ver una nueva realidad. En su obra “El imperio de las luces” también toma el tema del tiempo, pero esta vez a través del la luz. En la escena nos presenta una dualidad de horario, genera un juego incongruente, mostrando en la parte superior un cielo diurno con nubes claras y en la zona inferior, una casa con luces prendidas como si estuviese de noche. El lugar genera un silencio y una quietud resaltados por las grandes sombras que producen las siluetas de los árboles. La contraposición del día y la noche establece una tensión que mantiene un escenario expectante. En el centro del cuadro y en medio de la noche aparece un farol prendido que da relieve a la soledad de la calle nocturna.

Ambos artistas mezclan elementos del mundo real para configurar desde la imaginación un nuevo escenario cargado de subjetividad y donde los componentes de la realidad se conjugan para perder su propia condición y temporalidad.

 Actividad (recomendada para estudiantes de enseñanza media)

 Para comenzar la actividad se sugiere presentar a los estudiantes algunos artistas surrealistas y generar un diálogo, comparando las diferentes formas de expresión de los artistas. Se pueden tomar temas en común del surrealismo como: el tiempo, los sueños, la memoria, etc.

Posteriormente, se les pide que escojan y recorten de revistas objetos y los distribuyan en un soporte para que creen mediante sus intervenciones un contexto surrealista, generando incongruencias, mundos de sueños, inventar contraposiciones entre los elementos o paisajes oníricos. Este puede ser creado con lápices, plumones o con papel de color que ayude a completar la escena.