Los movimientos artísticos

NEOPLASTICISMO

“Para lograr un enfoque espiritual en el arte, se necesita apoyarse lo menos posible en la realidad, porque la realidad se opone a lo espiritual”. Piet Mondrian

El neoplasticismo es una corriente artística nacida en Holanda en la segunda década del siglo XX y cuya estética influenció las artes visuales, la arquitectura y la escultura. Es un estilo abstracto que se basa en una concepción más analítica de la pintura, en la búsqueda de un arte que represente la totalidad de la realidad eliminando todo lo que le parecía superficial, reduciéndolo a formas geométricas básicas y colores puros para hacerla universal. El neoplasticismo se presenta como un estilo “antitrágico”, ya que al depurarlo y limpiarlo de elementos logra dejar también fuera el sentimiento del artista, logrando ser una metáfora visual de armonía espiritual. En este sentido, su objetivo último es crear un ambiente que devuelva el orden y equilibrio al observador.

Se considera al artista neerlandés Piet Mondrian (1872-1944) como el precursor de esta corriente. Mondrian logra llevar el arte abstracto al extremo y a pesar de que sus obras han sido consideradas como triviales y simples, su simplicidad es solo aparente. Sus obras más destacadas y conocidas por el público son sus llamadas Composiciones que consistían en formas cuadradas y rectangulares en colores primarios y divididas con gruesas líneas negras. Su teoría señalaba que el arte verdadero no debía plasmar las imágenes de la realidad, sino que su objetivo debía ser siempre revelar lo que existe más allá de ella. Mondrian rechazaba la textura en las obras prefiriendo siempre las superficies absolutamente planas y también rechazaba el color restringiendo su paleta exclusivamente a los primarios, el blanco y el negro. Esos elementos serán prácticamente los únicos que utilizará por muchos años, hasta 1941, cuando se establece en Nueva York  escapando de los desastres de la II Guerra Mundial.

Su obra “Composición en rojo, amarillo y azul”  es una pintura compuesta solo por líneas y bloques de colores bien equilibrados. Con ellos logra crear un efecto armónico a pesar de la simplicidad de los medios que utiliza. Mondrian crea un universo en cada una de sus obras, cada uno de sus cuadros es un pequeña parte de un universo esencial y complejo que se ve limitado por el espacio acotado del soporte. Cada uno de sus rectángulos de colores se expande hasta el borde dando la idea de que no tienen  fin y se prolongan más allá del marco, hacia el infinito.

Desde el área de la arquitectura, el holandés Gerrit Rietveld (1888-1964) desarrolla también el estilo del neoplasticismo. 
Su formación se inicia en los primeros años de su vida en la mueblería de su padre, lo que influenciaría su producción posterior. Durante los primeros años de actividad artística se dedicaría exclusivamente al diseño de muebles, como la “Silla roja y azul”. Esta silla pretendía emplear el color para definir los planos, pintados con los colores primarios, y las líneas representadas por varillas negras. Aunque no logró exactamente el efecto de abstracción total de los cuadros que diseñaba Mondrian, se acercaba bastante a lo que el pintor había proyectado.