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Regístrate y accede a la revistaComo un elemento clave para la industria lo definen dos expertos, quienes aseguran que permite un trabajo cada vez más preciso.
Si eres docente de Mecánica Industrial, probablemente estás familiarizado con el Mecanizado CNC (Control Numérico por Computadora). “Es utilizar un software para diseñar piezas metálicas o trabajos en metal, y luego una máquina traduce el dibujo a acciones por medio de un torno, fresa o centro de mecanizado”, explica Hernán Peña, docente de Electricidad y Mecánica Industrial del Instituto Politécnico Bicentenario Juan Terrier Dailly, Curicó, quien acaba de volver de Lyon, Francia, luego de competir en las Olimpiadas WorldSkills 2024 en la categoría Torno CNC.
“La industria demanda técnicos capacitados que sepan manejar y programar estos sistemas. Al introducir el CNC, no solo preparamos a los estudiantes con competencias tecnológicas, sino que también les damos acceso a oportunidades de empleo”.
Por su parte, Richard Ayacura, jefe de Especialidad en el Liceo Industrial Chileno Alemán de Ñuñoa y Magíster en Educación, agrega que se trata de un sistema fundamental en la industria moderna, “porque permite la automatización precisa de procesos de fabricación, aumentando significativamente la eficiencia y la calidad en la producción”. Además, enfatiza que, al operar bajo parámetros preprogramados, minimiza errores humanos y permite realizar trabajos complejos que serían imposibles o muy difíciles de ejecutar manualmente. Asimismo, su versatilidad permite que se utilice en diversas industrias, desde la automotriz hasta la aeroespacial, generando piezas con alta precisión en menos tiempo. Ayacura también tuvo la posibilidad de competir en el extranjero, cuando participó en las Olimpiadas WorldSkills 2019, en Fresa CNC, y viajó a Kazán, Rusia.
Añade Hernán que, en la industria actual, se necesitan cada vez más piezas, conjuntos mecánicos o elementos que sean de mayor precisión, con menos tolerancias y más exactitud, “acercándonos más a la perfección”.
Richard explica que, en la educación técnico profesional, el Mecanizado CNC representa una habilidad clave que los estudiantes deben adquirir para insertarse exitosamente en el mundo laboral. “La industria actual demanda técnicos capacitados que sepan manejar y programar estos sistemas. Al introducir el CNC en los programas de estudio, no solo preparamos a los estudiantes con competencias tecnológicas avanzadas, sino que también les damos acceso a mejores oportunidades de empleo en empresas que buscan operarios con conocimientos especializados. Esta capacitación les abre la puerta a un mercado globalizado donde la tecnología es el pilar central”, añade.
Hernán Peña asegura que para los establecimientos es clave subir los estándares en la calidad de la elaboración de piezas, lo que les obliga a apuntar a la excelencia.
Ambos expertos coinciden que es fundamental mantenerse actualizados, tanto en conocimientos como en maquinaria, de la mano de la industria y la educación superior.
La razón es que esta tecnología, además de ser buena y específica, es cara. Peña propone el trabajo colaborativo entre la industria, la educación técnica y la educación superior. “Podríamos unir fuerzas, y que esta tecnología vaya de la mano con la educación desde su inicio, para obtener técnicos calificados. Yo creo que eso es lo más importante de lo que se han dado cuenta afuera. Esto se ha dado en países como España, Francia, Japón, China y Corea, donde ante la necesidad de técnicos, la industria aporta maquinaria de última tecnología a los colegios técnicos”, cuenta y agrega que lo ideal es nivelar hacia arriba.
Invaluable y maravillosa son los adjetivos que utilizan tanto Ayacura como Peña al referirse a su experiencia participando de las Olimpiadas Internacionales de WorldSkills. El primero viajó a Kazán-Rusia 2019, para competir en Mecanizado CNC, mientras que el segundo lo hizo en Lyon-Francia 2024, en la habilidad Torno CNC.
Para Peña, el estar un poco en desventaja respecto a la tecnología e información se tradujo en más ganas de aprender y mejorar. “Mejorar en protocolos, tecnología, capacitación y planificación. Planificar es la madre de los buenos trabajos. Quizás sentirnos un poquitito disminuidos respecto al resto es complicado, pero uno toma esas oportunidades como un bajón anímico o como un trampolín. Y creo que lo tomamos como este último”, dice.
“Podríamos unir fuerzas, y que esta tecnología vaya de la mano con la educación, para formar técnicos calificados. Esto se ha dado en países como España y Francia, donde ante la necesidad de técnicos, la industria aporta maquinaria de última tecnología a los colegios”.
Richard Ayacura pudo medir sus capacidades con competidores de todo el mundo. “Sin embargo, fue particularmente impresionante el nivel de los países asiáticos, como China, Corea del Sur y Japón, que lideran este tipo de competencias gracias a su enfoque avanzado en automatización, tecnología de precisión y capacitación técnica rigurosa. Comparado con ellos, pude sentir el gran salto que nos falta por alcanzar en términos de desarrollo tecnológico, aunque también me motivó a seguir trabajando para cerrar esa brecha en Chile. La competencia en Kazán me permitió ver de cerca el compromiso y el nivel de excelencia al que debemos aspirar en la educación técnico-profesional”.
Durante su participación en las Olimpiadas Internacionales en Lyon, Peña pudo ver los grandes avances tecnológicos que hay en esta área. “Hay máquinas con unas precisiones y tolerancias maravillosas, donde estamos cada vez más cerca de la perfección y de la excelencia en las piezas. En Chile, estamos aproximadamente 15 años atrasados, si hablamos de manera general”.
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