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Nov 2024 - Edición 288

La necesidad de un estrecho vínculo entre los liceos TP y la empresa

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Los frutos de la vinculación del liceo con los sectores productivos

Facilita la formación de líderes intermedios y mejora la trayectoria de los jóvenes en la EMTP. Así lo aseguran Paulina Moreno del CEM y Manuel Olave dierctor del Politécnico San Joaquín.

Por: Marcela Paz Muñoz I.
Los frutos de la vinculación del liceo con los sectores productivos

En su estrategia para el período 2022-2029, la UNESCO subraya que los programas de TVET (Educación Técnica y Profesional) deben enfocarse en el desarrollo de habilidades para individuos, economías sostenibles, y sociedades pacíficas e inclusivas. Ese estudio destaca la importancia de la educación técnica y profesional y su vinculación con el sector productivo como un factor crucial para mejorar la empleabilidad de los estudiantes y apoyar la recuperación económica global. 

La vinculación de la EMTP con el sector productivo facilita la adaptación de los estudiantes a las demandas del mercado laboral, incrementa sus oportunidades de empleo y mejora la calidad de la formación recibida. 

Se trata de un enfoque colaborativo que permite a los estudiantes adquirir competencias prácticas y conocimientos actualizados, esenciales para enfrentar los desafíos del mundo laboral moderno. Para ello, dice Paulina Moreno, gerente general de la Corporación Empresas del Maipo (CEM), “es fundamental vincularse permanentemente con compañías relacionadas con los sectores productivos que imparte el liceo. Esto se logra, primero, teniendo un mapeo de cuáles son estas empresas, luego acercándose a ellas para trazar los primeros lazos, e invitarlas a que sean parte del Consejo Asesor Educativo”. 

Paulina Moreno, Gerente general de la Corporación Empresas del Maipo (CEM)

“Es importante vincularse con compañías relacionadas con los sectores productivos que imparte el liceo. Esto se logra, primero, teniendo un mapeo de cuáles son estas empresas, luego acercándose a ellas para trazar los primeros lazos, e invitarlas a que sean parte del Consejo Asesor Educativo”.

Esta relación, explica Moreno, debiese manifestarse de manera concreta a lo largo del año, por medio de distintas instancias de vinculación laboral temprana, ya sea a través de charlas, visitas, talleres, pasantías o actualizaciones docentes. “Todo esto va generando una relación entre ambos sectores y, en ese conocimiento mutuo y contacto permanente, los liceos saben lo que el sector productivo demanda”.

Para Manuel Olave, director del liceo Bicentenario Politécnico San Joaquín, que forma parte de la RED Irarrázaval, la EMTP en Chile tiene un papel crucial en la preparación de jóvenes para el mundo laboral. Explica que para fortalecer la colaboración con el sector productivo y asegurar que los programas educativos respondan a las necesidades del mercado, se pueden implementar varias estrategias clave. “Por ejemplo, es fundamental fomentar alianzas estratégicas entre instituciones educativas y empresas. Estos vínculos permiten a las empresas participar activamente en el diseño y actualización de los currículos, asegurando que las habilidades y competencias enseñadas en la sala de clases y talleres de las especialidades estén alineadas con las demandas actuales y futuras del mercado laboral”.

De hecho, dice Olave, esa vinculación también permite implementar programas de formación dual, que combinan la educación en el aula con experiencias prácticas en el lugar de trabajo, lo que puede ser altamente beneficioso. “Estos programas permiten a los estudiantes adquirir experiencia real y desarrollar habilidades prácticas que son muy valoradas por los empleadores. Además, facilita la transición de los estudiantes al mundo laboral, con el uso de tecnologías que no siempre los liceos de EMTP pueden adquirir”.

Asimismo, esa relación asegura que los directivos y docentes de la EMTP estén actualizados con las últimas tendencias y tecnologías en sus respectivos campos. “La capacitación continua, pasantías dentro y fuera del país y las oportunidades de desarrollo profesional permiten impartir una educación de alta calidad que está en sintonía con el entorno laboral dinámico”, señala el director.

Manuel Olave, Director del Liceo Bicentenario Politécnico San Joaquín, que forma parte de la RED Irarrázaval

“Estos vínculos permiten a las empresas participar activamente en el diseño y actualización de los currículos, asegurando que las habilidades y competencias estén alineadas con las demandas actuales y futuras del mercado laboral”.

En el caso del CEM, cuenta Paulina Moreno que ya van 15 años impulsando la Red Técnica del Maipo, cuyo sustento principal es el poder generar relaciones. “Hemos ido de a poco  acercando estos dos mundos que no tienen ni tiempos ni lenguajes comunes, pero sí objetivos, y hemos ido visualizando eso”. 

Asegura que durante estos años ha sido clave primero romper mitos, dar la oportunidad para que se haga el encuentro entre estos dos mundos y, desde la humildad de saber que cada uno requiere al otro, poder generar confianzas. “Desde esa confianza nacen cosas buenas… Logramos implementar formación dual en uno de los liceos de la Red Técnica del Maipo antes de la pandemia, sembrando lo que fue la metodología de lo que han sido ahora las pasantías que realizan cinco de los seis liceos de la Red. ¿Cómo logramos que sea exitoso? Llevando la relación entre las partes como se llevan las relaciones humanas: desde la transparencia, el trato cordial y delicado, cumplimiento de lo propuesto, convicción de que esto es positivo para todos, con responsabilidad, estando presentes y disponibles en las ‘buenas y en las malas’, dando la cara cuando hay que hacerlo, pidiendo perdón cuando corresponde y dando las gracias. El éxito de la vinculación, creo que ha sido porque logramos conectar con la humanidad de cada una de las partes que se suman con un propósito común”, dice Paulina.

Al colaborar con establecimientos de EMTP en la formación de futuros profesionales, se generan importantes beneficios para las empresas. Por ejemplo, cuentan del CEM, “a corto plazo, los colaboradores que se relacionan con las actividades de vinculación laboral temprana valoran más su lugar de trabajo, porque ven que hay un compromiso corporativo con los jóvenes de la zona y eso genera más compromiso con la empresa; a mediano plazo, la compañía empieza a ser conocida por los vecinos como un lugar que está abierto a la comunidad, generando confianza y convirtiéndola en un lugar de trabajo más atractivo”.

 “Y a largo plazo, la empresa está moldeando a los futuros trabajadores a partir de la propia cultura laboral, teniendo la oportunidad de ‘marcar la pauta’ de las habilidades sociolaborales que cree necesarias en el mundo del trabajo, aportando al desarrollo social y productivo del país. Y, finalmente, un beneficio más intangible pero no menos importante es poder actuar desde una convicción, un propósito, la satisfacción de saber que, desde la empresa, están aportando en la formación de jóvenes, lo que impacta directamente en mejorar su calidad de vida y, por lo tanto, dar la oportunidad de un mejor futuro para ellos”, señalan desde el CEM.

En el caso del liceo Bicentenario Politécnico, explica Manuel Olave que fomentar proyectos colaborativos y prácticas profesionales dentro de las empresas permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en contextos reales y aprender de profesionales experimentados. Estas experiencias no solo benefician a sus alumnos, sino que también permiten a las empresas identificar y nutrir futuros talentos.

En la misma línea, señala Olave que la colaboración con el sector productivo permite incorporar el emprendimiento y la innovación en los programas educativos, de esta manera se puede preparar a los estudiantes para un mercado laboral que valora la creatividad y la capacidad de adaptación. Proyectos y competencias que promuevan estas habilidades pueden incentivar a los estudiantes a pensar críticamente y resolver problemas de manera innovadora, ejemplo de ello son las competencias de WorldSkills que se realizan todos los años en Chile.

Perfiles de egreso 

En esa misma línea, explica Paulina Moreno que, para asegurar la pertinencia del perfil de egreso y de las prácticas profesionales con las demandas del sector productivo, “es fundamental para las instituciones de EMTP tener una relación permanente con las empresas de su territorio”.

Para ello, los liceos deben procurar generar periódicamente espacios de encuentro con representantes de la empresa: saber escuchar, preguntar, dialogar. “Y, por supuesto, tener la capacidad de estar en permanente revisión interna, cuestionándonos lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo, porque sabemos que el ritmo de la vida es muy acelerado. Si queremos entregar una educación actualizada y de calidad, es clave darse los tiempos para detenerse, reflexionar y, desde ahí, con claridad y un análisis hecho, poder salir al encuentro, para incorporar aquellas sugerencias que surgen del diálogo con la empresa. Y para eso hay que tener la convicción de que esta vinculación es importante y prioritaria para el quehacer TP, y la voluntad para llevar a cabo las acciones que nazcan de ese encuentro”.

Consejo Asesor Empresarial (CAE), según el CEM

Los CAE son la puerta de entrada. Es como la “primera cita” en una relación, cuenta Paulina Moreno. Es la ocasión en que el liceo invita a su casa, y le cuenta a la empresa quién es y qué hace. Sin este primer encuentro, es más difícil que se dé el “coqueteo” posterior y más fácil que se diluya todo. 

Desde este primer encuentro, nacen acciones concretas para trabajar colaborativamente y así se va gestando la relación que de a poco puede ir intensificándose, en la medida que se generan las confianzas para ello. 

Desde esa vinculación entre los dos mundos, indudablemente nacen estrategias que aportan a una mejor inserción laboral: los estudiantes egresan del liceo con una formación TP que se ha gestado al alero de la demanda real del sector productivo, en que se han acortado las brechas entre lo que se enseña y se espera de los jóvenes al salir. Los alumnos se sienten más seguros, con más herramientas para enfrentar el mundo del trabajo cuando han conocido de antemano el sector productivo, y muchas veces, les ayuda a confirmar o descubrir su vocación y entusiasmarse con sus trayectorias laborales. Y en lo concreto, las estrategias más efectivas son la formación por competencias, certificando a los estudiantes y habilitándolos para el mundo del trabajo y las pasantías en la empresa, porque es ahí donde los jóvenes tienen su primer encuentro con el mundo del trabajo, aprendiendo habilidades técnicas y sociolaborales desde adentro.

El Liceo Cardenal Caro EN Buin 

Para Gonzalo Lavaud, director del establecimiento que es parte de la RED de Fundación Irarrázaval, es clave que la EMTP logre fortalecer la colaboración con el sector productivo, de manera de poder garantizar que los programas educativos estén alineados con las necesidades del mercado laboral. Para ello, dice, es clave “contar con instituciones que sean puente con la industria, por ejemplo, la Corporación Empresas del Maipo, ya que esto permite tener de primera fuente la visión de las necesidades que poseen las empresas, de manera de alinear lo curricular con las exigencias cambiantes del mercado”. 

De esta forma, relata que las compañías ganan, “ya que requieren de menos tiempo para implementar las capacitaciones de sus futuros colaboradores. Toda vez que estos deberían llegar mejor preparados con las nuevas tendencias de la industria”.

En esa misma línea, esa vinculación facilita que los programas de estudio y prácticas profesionales se mantengan actualizados y relevantes para las demandas del sector productivo. “Lo anterior se logra, en concreto, por medio de convenios de articulación u homologación con institutos y CFT, que se supone están alineados con las necesidades de la empresa”, dice Lavaud.

-¿Qué estrategias pueden implementarse para mejorar la inserción laboral de los egresados?

-Creemos que una buena herramienta son las prácticas profesionales que tengan continuidad en la empresa, y que sean una instancia con un mentor in situ, que guíe al practicante con el entusiasmo y la dedicación necesarios. También son importantes las pasantías, para que le vayan mostrando al estudiante la verdadera naturaleza de la empresa y que no se encuentren con un mundo desconocido de un momento a otro. Aquí son claves los contactos que los CAE puedan hacer en sus distintos rubros.

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