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Regístrate y accede a la revistaSegún la abogada y miembro del directorio de Fundación para la Convivencia Digital, Francisca Bascuñán, más que prohibir el uso de las tecnologías, es clave fomentar una cultura de prevención y de educación en el tema por parte de los establecimientos educacionales.
Para la abogada y miembro del directorio de Fundación para la Convivencia Digital, Francisca Bascuñán, “frente a la irrupción de las tecnologías y de la inteligencia artificial en la sala de clases es clave entregar orientación a los profesores, a los papás, a los alumnos, a todos quienes estamos insertos en el mundo digital, porque hoy día no hay nada que escape a la realidad digital”.
-Desde ese punto de vista, creo que es fundamental formar a nuestros alumnos y apoyar también a los adultos responsables en la educación, en la ciudadanía digital. Actualmente, nos vemos enfrentados a una situación en que la realidad virtual ha ido superando también las regulaciones nacionales e internacionales sobre este tema, y creo que hay mucho, mucho que trabajar en esa línea.
-¿Qué debiese señalar el reglamento del colegio sobre acciones ofensivas como las del colegio Saint George’s o sobre el uso o no de los celulares en la sala de clases?
-Hoy día, todos los colegios tienen como un requisito de funcionamiento el contar con reglamentos internos escolares, y dentro de esos reglamentos, regular también qué está sucediendo con el uso de la tecnología.
De hecho, en el último tiempo en nuestro país, ha habido un revuelo importante acerca de la presencia o no de celulares durante la jornada escolar, dado que hoy día existe amplia literatura especializada al respecto, que señalan que son altamente distractores para el aprendizaje de los alumnos. Lo anterior ha llevado a que muchos colegios hayan regulado, e incluso algunos directamente prohibido el uso de celulares durante la jornada escolar, incluyendo también a los estudiantes de enseñanza media.
“La clave está en formar y educar, más que prohibir o quitar. No soy partidaria de la prohibición por la prohibición. Yo soy partidaria de educar y de educar en la capacidad de discernir sobre el buen uso de la tecnología, llámese celulares, laptop, inteligencia artificial”.
Explica Francisca que es partidaria de educar en el uso de las tecnologías más que en prohibir. “Porque creo que las prohibiciones nunca son educativas. Considero que es fundamental educar, y en el contexto escolar es crucial que todas esas normativas estén dentro de los reglamentos, y se establezcan las sanciones formativas y disciplinarias respecto de la transgresión”.
-Hace algunas semanas se aprobó en el país una “Política Nacional de lnteligencia Artificial”, siendo Chile la segunda nación luego de la Comunidad Europea en contar con esta normativa. ¿De qué manera la nueva política afecta el uso de la IA en la sala de clases?
-Debemos distinguir dos conceptos, cuando nos referimos a una política pública, y en este caso, la Política Nacional de Inteligencia Artificial, y que se refiere al marco respecto del cual se van a tomar las iniciativas ministeriales para abordar una determinada situación. Y en segundo lugar, las leyes que son normas jurídicamente exigibles, que las políticas (y las acciones individuales) deben cumplir.
Esta nueva normativa, cuenta Francisca, posee un marco general de regulación desde el punto de vista del accionar del Estado en relación con la temática de la inteligencia artificial. Señala que existe un apartado específico sobre temas de educación, emanado de las enseñanzas que entrega el Parlamento Europeo, a través de las leyes sobre esta materia, que, en el caso chileno, se refieren a la protección y el resguardo de los derechos de los menores de edad. “Asimismo, es sumamente importante tomarlo así, porque además hay una iniciativa -que forma parte de las 177 medidas- que dice que el aprendizaje del buen uso de la inteligencia artificial tiene que formar parte del currículum escolar, y eso creo que es muy potente. Y quería destacarlo porque, de esa manera, no queda al alero del ánimo de un determinado director de colegio, sino que viene incorporado desde la exigencia de los planes y programas ministeriales”.
Respecto a casos en que los estudiantes han visto vulnerados sus derechos, para la abogada, el foco debiese estar siempre en la prevención, “sin duda, en educar en ciudadanía digital, en educar a nuestros alumnos en el uso ético de la tecnología, es decir, con conciencia de bien y mal, con conciencia de lo correcto y de lo incorrecto. Hacerlo de manera sistemática e intencionada, en cada uno de los niveles escolares de nuestros alumnos, porque este no es un tema que yo voy a hablar en primero medio, tengo que empezar a concientizarlos en la etapa preescolar, y por supuesto también a los padres y apoderados”.
Señala Bascuñán que cada colegio está obligado a abordar los temas desde el punto de vista formativo, sin perjuicio de promover una demanda en caso de que sea necesario. “Asimismo, es necesario activar las sanciones disciplinarias cuando se llega a la convicción de que, efectivamente, ha ocurrido una falta considerada muy grave o gravísima dentro del reglamento. Por tanto, es clave tener en cuenta que los colegios siempre están obligados a ejercer su labor formativa, ya sea por medio de charlas, talleres sobre ciberseguridad, newsletter para la familia, entre otros”.
En todo caso, explica Francisca que existen aspectos en los cuales los establecimientos sí tienen que desarrollar acciones preventivas, es decir, “para llegar antes de tener que abordar un conflicto o haberse generado el daño. Estas situaciones son: casos de droga y alcohol. También en casos de abuso y violencia escolar, ya sea maltrato, violencia, acoso, ciberacoso, mal uso de redes, etc.”
De hecho, los colegios están mandatados además a “capacitar, es decir, entregar los instrumentos formativos necesarios a los funcionarios del establecimiento y a los alumnos para el buen uso de la tecnología, para también evitar las situaciones de droga, alcohol y abuso. Asimismo, los establecimientos deben tomar la iniciativa para tener estos temas a disposición de la familia, con referencias bibliográficas, o también crear repositorios, con el objetivo de mantener a la comunidad escolar informada sobre estos temas”.
• Desde su publicación hemos sido testigos de significativos avances en la materia: la creación del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), la focalización en IA de becas de doctorado (ANID), la puesta en marcha de redes de 5G, el primer doctorado de IA en Chile y Latinoamérica, la implementación del Proyecto Algoritmos Éticos, entre otras medidas.
• Esto ha posicionado a Chile en el primer lugar de la región en el Índice Latinoamericano de IA (CENIA, 2023). Entre las áreas que se destacan, se encuentran la infraestructura para datos, capital humano avanzado, investigación y conectividad, entre otras.
• Esa política aún está vigente y los tres ejes que la componen son: Factores Habilitantes, Desarrollo y Adopción, Gobernanza y Ética, los cuales se desarrollaron como resultado de un proceso participativo entre 2019 y 2020.
• Durante el 2023, el acelerado avance de la IA generativa motivó una actualización del eje de Gobernanza y Ética, proceso que ha incorporado espacios participativos y recomendaciones de diversos organismos. En este contexto, se llevó a cabo una consulta ciudadana en línea centrada en el Eje 3 de Gobernanza y Ética de la Política Nacional de IA.
Fuente: www.minciencia.gob.cl
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