Conocer las herramientas, enseñar a los alumnos a utilizarlas, revisar la forma como citan, son algunas de las estrategias que pueden desarrollar los docentes. “En todo caso, existen herramientas que ayudan a detectar plagio, como Turnitin, Gramarly, Copiscape, y que son de gran utilidad para los profesores”, señala Jaime Rodríguez, director de Ieducando Chile.

-¿Qué estrategias podrías recomendar para identificar el plagio en un trabajo escolar?

-Prefiero verlo siempre desde una perspectiva más positiva, más bien en cómo fomentar la creatividad. Ahora bien, qué estrategia debe tener presente un docente para ver si su alumno está usando inteligencia artificial y cómo lo están haciendo:

1. Familiarizarse con la tecnología. Conocerla, ver cómo funciona, cómo desarrolla y elabora contenidos.

2. Permitir a los estudiantes que la usen y que cuando lo hagan, lo citen y expliquen cómo accedieron en ella. Prohibir su uso no es el camino.

3. La inteligencia artificial redacta de una manera particular, por lo tanto, es fácil identificar cuando hay cambios en la manera de escribir de los estudiantes para indicar si hay plagio o no. Ver diferencias en el vocabulario y las expresiones propias del estudiante, es una ayuda para saber si quien escribió ese texto fue el alumno o una máquina. 

4. Conocer aquellas herramientas disponibles que ayudan a detectar plagio, como Turnitin, Gramarly, Copiscape. 

-¿Qué otros consejos recomiendas a los docentes?

-Además de identificar los errores gramaticales, es clave detectar también inconsistencias en los trabajos.  Hay veces que se encuentran errores de coherencia, y es posible detectar cuando el alumno ha copiado y pegado un texto, sin haber realizado un análisis de su trabajo.

-¿Cómo ves el futuro de la IA y la educación?

-La verdad es que yo veo un futuro tremendo. Creo que la inteligencia artificial es la herramienta que tiene el poder transformador más grande de las que han aparecido en el último tiempo, en el contexto educativo. 

En particular, valoro tres cosas de este futuro de la educación con tecnología: lo primero, la personalización del aprendizaje. Hay un potencial y una capacidad de esta tecnología para adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de los estudiantes que no hemos visto antes, que permiten crear experiencias personalizadas con materiales y con actividades específicas para cada uno de los estudiantes, optimizando el aprendizaje y, además, permitiendo hacerlo más significativo, más relevante y trascendente para ellos. 

Lo segundo, es el aporte en la automatización de las tareas administrativas de los docentes. Actualmente, deben dedicar mucho tiempo a labores como planificación, diseño o actividades de evaluación. La inteligencia artificial puede ayudar bastante a automatizar la rutina y liberarles tiempo para lo que realmente es importante, para lo que realmente suma valor al proceso educativo.

En tercer lugar, la IA dará acceso a recursos educativos para desarrollar y entregar atención personalizada mediante el diseño de actividades significativas contextualizadas. La inteligencia artificial va a permitir generar recursos para las distintas necesidades y estilos de aprendizaje, promoviendo la inclusión y la diversidad. 

Por último, esta tecnología incluye un conjunto de datos y de información que permite identificar patrones. Nos ayuda a tomar decisiones didácticas y pedagógicas basadas en datos, para de esa manera no solamente trabajar y tomar decisiones basadas en la intuición o en creencias, sino que en información empírica. 

El futuro es muy promisorio, recién se está aprendiendo sobre este campo.