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Regístrate y accede a la revistaEste establecimiento, ubicado en la comuna de Estación Central, desarrolló un plan que involucra a distintos actores del sector y de la comuna, con el fin de propiciar un ambiente seguro que permita que sus estudiantes y profesores transiten en calma desde y hacia el colegio.
En el límite de las comunas de Estación Central y Maipú está ubicado el Colegio Piamarta, el más grande del país de acuerdo con el número de alumnos: 3.300 estudiantes desde prekínder a enseñanza media, científico humanista y técnico profesional, y cuenta con más de 230 funcionarios. Aquí, mantener un ambiente seguro y protegido para propiciar el aprendizaje es un desafío importante y constante. Sin embargo, un hecho de violencia que ocurrió en las cercanías del colegio y donde estuvo involucrado un alumno, la jornada del 5 de mayo de 2023, fue el punto de inflexión para asumir la responsabilidad de liderar una estrategia que se hiciera cargo de un problema latente en la comunidad donde está inserto el establecimiento: hechos delictuales y el consumo y tráfico de droga y el alcohol.
Conversamos con el Padre Humberto Loyola, presidente y representante legal de la Fundación Juan Piamarta, entidad sostenedora del colegio, y con su director, Eduardo Faúndez, para conocer más detalles de este programa de prevención que los vincula con los vecinos y organizaciones de su entorno.
La Fundación Juan Piamarta es sostenedora de dos establecimientos más, el Colegio Juan Piamarta en Talca y el Centro Educacional Piamartino Carolina Llona de Cuevas de Maipú, los tres forman parte de la RED Irarrázaval y en este último ya habían iniciado una acción similar, por ende, tomaron esa experiencia y la extrapolaron al colegio de Estación Central.
Las cifras oficiales del país indican un explosivo aumento en la delincuencia, y así lo confirman en este establecimiento: la realidad postpandemia es otra y con ella hay que trabajar. Es clave generar un ambiente de convivencia seguro y participativo al interior del colegio, porque no se puede aprender sin tranquilidad, revela Eduardo Faúndez.
“Los colegios se transformaron en una réplica de la situación social que estamos viviendo. La actual crisis social es crisis también en los colegios, generando violencia psicológica y física, impactando a jóvenes y niños que sienten temor en sus propias salas. Ha aumentado el número de estudiantes con problemas emocionales, crisis de pánico, depresión, etc. Los alumnos no saben de límites, no respetan normas y repiten la violencia que ven en sus familias y entorno”, complementa el director.
Luego del lamentable suceso ocurrido en mayo, se sentaron para revisar el estado de la situación y analizar cómo confrontar esta compleja circunstancia, y “la primera tarea fue convocar a una reunión a los agentes importantes del sector”, cuenta Eduardo Faúndez.
El primer encuentro fue masivo, asistieron juntas de vecinos, directores de otros colegios, Carabineros, centros de padres y estudiantes, clubes deportivos, representantes de la municipalidad, concejales, entre otros actores relevantes. Juntos levantaron los puntos y situaciones críticos que debían abordar para establecer un plan de seguridad comunitario y sobre estos comenzaron a trabajar y a convenir acciones.
Recién han pasado algunos meses y las mejoras ya se evidencian, señala el Padre Humberto. Hoy, ante una emergencia cuentan con apoyo inmediato de los vehículos y personal de emergencia, como bomberos, PDI, Carabineros, seguridad ciudadana, entre otros. También los vecinos han respondido positivamente a este llamado y se han involucrado en la seguridad del entorno. “Ha sido una gran oportunidad para conocernos con representantes que están dentro del sector, municipio y sentir que estamos todos preocupados por la seguridad de nuestros estudiantes y comunidad”, relata el Padre Humberto.
Los primeros resultados de este plan de seguridad son alentadores, y en el Colegio Piamarta esperan continuar trabajando para consolidarlo. La meta es que los estudiantes y sus familias se sientan seguros y los vecinos también, con esta iniciativa todos ganan y ojalá otros establecimientos pudieran replicarlo.
“Recomendamos totalmente este proyecto a otros colegios. Que abran sus puertas a la comunidad ayuda a mejorar la percepción de que la seguridad y el entorno es tarea de todos”, concluye el Padre Humberto. Asimismo, si algún colegio se anima, les sugiere considerar “que el municipio colabore en apoyar esta iniciativa y que las juntas de vecinos y diferentes representantes de la comunidad quieran trabajar por el bien de un entorno seguro para nuestros estudiantes y alrededores. Sobre todo, contar con el apoyo del centro de padres y centro de estudiantes para, juntos, trabajar en este proyecto”.
Colegio Piamarta
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