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Regístrate y accede a la revistaA lo largo de la historia del arte, la luz ha sido uno de los elementos fundamentales, ya sea en la búsqueda de su efecto sobre las formas o volviéndola parte material de la misma obra, como ocurre en el arte conceptual. Hay algunos artistas que se han destacado en el uso de este elemento, siempre dependiendo de las herramientas de su tiempo y contexto.
El inglés William Turner es considerado uno de los mejores paisajistas de la historia y fue llamado “el pintor de la luz”, por su especial interés en el espacio atmosférico y los efectos de la luz. Este interés se ve reflejado en la observación detallada de estos fenómenos al aire libre. Tanto era su afán por la observación, que se sometió a algunas situaciones límite, como pasar a la intemperie una tormenta de nieve para traspasarla al lienzo o amarrarse al mástil de un barco para experimentar una furiosa tormenta en alta mar con los mismos fines. Su obra “Lluvia, vapor y velocidad”, del año 1844, es la conclusión de sus experiencias e investigaciones. En ella, se muestra un paisaje surcado por un ferrocarril atravesando el puente de Maidenhead sobre el río Támesis, en dirección al espectador. El ferrocarril es utilizado por Turner como un medio para estudiar el movimiento y la inmaterialidad del vapor. Como el título lo indica, la lluvia, el vapor y la velocidad (además de la luz, claro está) forman la mezcla perfecta para demostrar con gran maestría los efectos de la atmósfera que tanto le apasionaban, logrando la luminosidad precisa al abrirse paso entre las nubes vaporosas y las líneas marcadas por las gotas al caer a gran velocidad.
Por otro lado, la artista contemporánea belga Ann Veronica Janssens logra el efecto de la atmósfera tan perseguido y deseado por Turner, pero desde la instalación, desarrollando experiencias perceptivas lumínicas muy interesantes. En sus instalaciones es posible atravesar vaporosas nubes coloridas, que van cambiando sus tonalidades a medida que se avanza entre ellas. En la obra “Blue, Red and Yellow”, del año 2001, presenta un espacio completamente cerrado al que se puede acceder por una puerta doble, dentro del cual hay una espesa niebla artificial iluminada con focos de colores que genera efectos en los espectadores. En primer lugar, se puede experimentar desorientación, ya que se pierde cualquier referencia conocida de dónde se encuentran los demás, las distancias entre los cuerpos se diluyen y, por otro lado, se disfruta de la luminosidad cambiante y lo que esta dibuja sobre su propio cuerpo en un espacio de confortable intimidad.
ACTIVIDAD SUGERIDA
Para comenzar, se sugiere presentar a los estudiantes algunas otras obras de los artistas mencionados anteriormente y que puedan profundizar en el concepto de atmósfera. Luego de eso, invitarles a salir a distintos espacios de la ciudad o el entorno donde habiten para tomar fotografías de distintos tipos de paisaje. Cuando tengan tomadas sus fotografías pedirles que, mediante herramientas de edición que pueden usar desde sus celulares o computador, logren el efecto de atmósfera en los paisajes. Pueden, para ello, difuminar la imagen, modificar su temperatura, jugar con los distintos planos, cambiar la paleta de colores, etc.
Finalmente, presentar a sus compañeros lo realizado en una especie de exposición, compartir la experiencia, los resultados obtenidos y lo que aprendieron tanto en la actividad como en el conocimiento de los artistas.
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