“Muchas veces (los estudiantes) no cuentan con toda la orientación necesaria y les cuesta imaginar y comprender los límites del campo de ocupación que tendrán a futuro”, afirma Andrea Garrido, directora ejecutiva de Chile Dual, respecto a la orientación que existe al elegir especialidades en Enseñanza Media Técnico Profesional. 

En esa misma línea, María José Valdebenito, académica e investigadora de la Universidad Alberto Hurtado, cuenta que en el currículo existe orientación hasta segundo medio, sin embargo, “las cifras y estadísticas nos demuestran que hoy día, más de la mitad de los estudiantes de la EMTP sigue estudios en educación superior”, entonces, como analiza, los jóvenes eligen nuevamente cómo seguir sus estudios, pero ahí ya no existe un acompañamiento.   

“Se han desarrollado algunas iniciativas, como las redes de Futuro Técnico del Ministerio, que han aportado material y apoyo a los establecimientos educativos en esa materia. Yo creo que es un avance, pero se necesita una política más institucional y formal, posiblemente hacer ajustes curriculares ahí”, agrega. 

“Creo que es necesario infundir desde temprano la creencia de que la práctica no es un broche; explorar en primero y segundo medio las diferentes especialidades, contar con charlas de técnicos de las distintas áreas que ofrezca el liceo, para ver tempranamente si son del interés del estudiante, de tal manera que exista la opción de buscar alternativas en otros establecimientos, si es necesario”, dice Andrea Garrido.

Respecto a la elección de prácticas profesionales, tanto Andrea como María José ven oportunidades en ese campo. Desde Chile Dual explican que: “En la realidad son pocos los jóvenes que eligen su práctica profesional, en general esta es vista como un hito para conseguir su título técnico de nivel medio, más que como una dimensión del aprendizaje que puede ayudarles a desarrollar habilidades para la vida. Además, los cupos para estas prácticas suelen ser conseguidos por los profesores de los establecimientos y los estudiantes finalmente deciden si hacerla o no, dependiendo del atractivo que vean en la oferta, pero sin la visión integrada del lugar que la práctica, idealmente, debería ocupar en su formación”.

“La EMTP debe pensarse no a nivel de establecimiento educativo, sino a nivel territorial, cosa que el estudiante pueda elegir, en su territorio, opciones que cuenten con una diversidad amplia de especialidades”, dice María José Valdebenito.

Por otra parte, María José Valdebenito señala que tanto la orientación como la vinculación con empresas están sujetas a la persona a cargo: “En general, se trata de alguien que trabaja de manera aislada y que tiene que realizar muchos vínculos con empresas, a veces incluso microempresas, por lo que depende mucho de la capacidad de gestión de esa persona, que en general es el jefe de especialidad. Por consiguiente, resulta muy complejo poder hacer esos vínculos de forma de asegurar que todos vayan a tener las mejores oportunidades”. 

Si bien, agrega, hay instituciones y corporaciones que se dedican a esto, no es generalizado. 

¿Cómo mejorar la orientación de especialidades y prácticas?

1. Andrea Garrido señala: “Una manera de revertir esto es acercar las empresas a los liceos, que puedan mostrar el desarrollo y proyección de carrera que puede tener un técnico de una determinada especialidad, para lo que existen distintos métodos: charlas, visitas guiadas, ferias laborales, entre otros”.
2. Asimismo, María José cree necesaria una política desde el Mineduc: “Más que estrategias desplegadas por instituciones apoyadas por el Ministerio, se necesita un cambio en la estructura curricular, pensando que la orientación no termine en segundo medio, sino que se extienda hasta cuarto medio, porque sabemos que hay muchos cambios, muchas deserciones en la educación superior, lo que está demostrando que hay una falencia”. La investigadora añade: “La EMTP debe pensarse no a nivel de establecimiento educativo, sino a nivel territorial, cosa que el estudiante pueda elegir, en su territorio, opciones que cuenten con una diversidad amplia de especialidades”.
3. A su vez, es clave implementar la noción de la práctica como una instancia paralela al aprendizaje teórico. “Creo que es necesario infundir desde temprano la creencia de que la práctica no es un broche; explorar en primero y segundo medio las diferentes especialidades, contar con charlas de técnicos de las distintas áreas que ofrezca el liceo, para ver tempranamente si son del interés del estudiante, de tal manera que exista la opción de buscar alternativas en otros establecimientos, si es necesario. Esta es otra área donde el vínculo con empresas sirve mucho para orientar a los jóvenes desde una edad temprana”, explica Andrea Garrido.
4. “Otra estrategia que hemos visto en un par de establecimientos que cuentan con un proceso de prácticas profesionales muy sólido es que, luego de designar a todos los estudiantes a un centro de práctica, se les permite confirmar si ese es el lugar al que quieren asistir o, por el contrario, si prefieren otro. Es decir, ellos se involucran en la decisión, lo que genera mayor adhesión y compromiso”, concluye la directora ejecutiva.