Desde ONG Canales, su directora ejecutiva, Claudia Paredes, cuenta cómo desde la organización buscan aportar a la calidad y a la pertinencia de los establecimientos que imparten educación técnico profesional, “vinculando las distintas especialidades con los siete sectores productivos que se encuentran en los territorios en los que trabajamos y también con la educación superior”.

Sin embargo, explica Claudia que, “a raíz de algunos diagnósticos que hemos hecho con las empresas con las que trabajamos, llegamos a la conclusión de que, igual o más pertinentes que los conocimientos técnicos, son las habilidades relacionales o socioemocionales de los alumnos. Por ello abrimos una segunda línea de trabajo, a través de un programa que incorpora el desarrollo de seis habilidades: autonomía, trabajo en equipo, resolución de conflictos, toma de decisiones, pensamiento crítico y empatía, y persuasión”. 

-¿Cuál es su estrategia de trabajo?

-Trabajamos en 144 colegios en ocho regiones del país, creando instancias de capacitación e involucrando a las empresas a través de charlas técnicas y motivacionales, visitas pedagógicas y/o pasantías que entreguen oportunidades a los alumnos. Ellos generalmente vienen de ambientes vulnerables y de riesgo social, y por eso intentamos que lleven su talento e ideas trasformadoras a sus campos formativos y profesionales. También desarrollamos diferentes actividades en el aula con objetivos estratégicos. Un ejemplo de ello son los talleres que realizamos a los alumnos de 1º medio, en los que trabajamos la importancia del autoconocimiento y la autonomía para la toma de decisiones en el momento que tienen que elegir la especialidad. En 3º y 4º medio, en cambio, trabajamos más las habilidades relacionadas con la inserción, como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva o la resolución de conflictos, competencias o herramientas que les permiten poder integrarse de mejor manera al mundo laboral o incluso para quienes optan por continuar sus estudios en la educación superior.

ONG Canales trabaja en 144 colegios TP, en ocho regiones del país, vinculándolos con el mundo productivo. En una de sus líneas de trabajo más relevantes están creando redes con los profesores y apoderados para el desarrollo de seis habilidades que pide hoy el mundo laboral: autonomía, trabajo en equipo, resolución de conflictos, toma de decisiones, pensamiento crítico y empatía, y persuasión.

-¿Sus programas contemplan la participación de los apoderados o las familias?

-El desarrollo de habilidades socioemocionales sí lo contempla, y para ello diseñamos algunos talleres con el objetivo de vincular a las familias en el proceso formativo, guiarlas en cómo apoyar las decisiones de los chicos y a ser parte de su desarrollo vocacional. Hemos visto que muchos papás no quieren que sus hijos sean técnicos o que elijan cierta especialidad sobre otra, entonces los incentivamos a sumarse a la vocación y gustos de los jóvenes. Sin embargo, estos talleres fueron diseñados antes de la pandemia. Al regresar a la presencialidad, ha sido muy difícil recuperar la relación y el vínculo de los establecimientos con las familias. Nos ha costado mucho concretar esta parte del programa.

-¿Cuáles son las principales razones?

-Depende de cada contexto y territorio, pero hemos visto que una de las principales razones es la precarización de la vida laboral de los apoderados, por lo que cuesta mucho que logren asistir a una reunión, menos aún a una charla, taller o actividad extraordinaria. Además, muchos tienen un nivel de escolaridad incompleto; piensan que al mandar a sus hijos a estudiar ya están haciendo mucho más de lo que hicieron por ellos. Entonces, lamentablemente, a la falta de tiempo se une que le asignan poca relevancia a la participación.

-¿Considera que falta innovación a la hora de trabajar con la familia? ¿Se deberían crear prácticas más aterrizadas a las realidades territoriales?

-Sin duda que la innovación siempre juega un papel importante para hacer trabajo formativo y hay algunos contextos bien particulares donde las buenas prácticas resultan muy bien. Sin embargo, creo que debemos hacer esfuerzos que provengan más allá del mundo de la educación y donde toda la comunidad comparta este ideal de facilitar el involucramiento de las familias.  

Programa de Habilidades Socioemocionales Puro Power

Puro Power es un programa de ONG Canales para el desarrollo de habilidades socioemocionales en jóvenes que cursan la Enseñanza Media Técnico Profesional, que busca contribuir a la generación de una cultura de emprendimiento en ellos y su entorno.

Sus objetivos y principales líneas de acción son: 

• Contribuir al desarrollo de habilidades socioemocionales, tales como la autonomía, trabajo en equipo y pensamiento creativo, claves para la formación integral de los estudiantes. 

• Generar en los estudiantes el interés por desarrollar aquellos conocimientos, habilidades y actitudes que los vinculen con el mundo del emprendimiento, permitiéndoles identificar oportunidades de desarrollo personal, social o económico. 

• Fomentar el trabajo interdisciplinario entre docentes del plan de formación general y formación técnico profesional, a través del apoyo sistemático en el desarrollo de los proyectos de emprendimiento de los estudiantes. 

• Fomentar una instancia de participación donde la comunidad (maestros, padres, amigos, vecinos y familiares) a la que pertenecen los jóvenes observe y comparta con ellos los resultados del trabajo realizado durante el año.