“Fomentar que los adolescentes construyan un proyecto o plan de vida es fundamental para que organicen, a través de acciones concretas, sus metas, de tal forma que se genere en ellos un mejoramiento personal, educativo, vocacional y laboral”, afirma la educadora Ana Estrella Meza Rodríguez. Este “plan de vida”, explica la académica de la Universidad de Costa Rica, representa lo que la persona espera o quiere ser y hacer, tomando en cuenta sus capacidades y posibilidades. 

Para Estrella, el tema del proyecto de vida y la orientación al logro en la adolescencia es sensible. Es aquí donde los educadores juegan un rol importante. “Los adultos y los profesionales de las ciencias sociales, ciencias de la salud o de la educación debemos acompañar a los adolescentes a descubrir y elaborar su plan de vida”, afirma.

En el caso de los alumnos de educación técnico profesional, el plan de vida y los logros que de él dependen tienen consecuencias directas en el establecimiento de metas de corto y mediano plazo. “Lo principal –señala esta entrevistada– es que los alumnos tengan claridad en la direccionalidad de esas metas: hacia dónde están dirigidas y qué se pretende alcanzar a través de ellas”. 

Desarrollo personal y satisfacción de necesidades

-¿Qué importancia tiene que los adolescentes se establezcan metas?

-La importancia radica en que se fijen un norte y un propósito del qué hacer en los siguientes años, porque este proyecto de vida articula la identidad personal-social en un espacio temporal y con posibilidades de desarrollarse en el futuro, siendo la identidad una de las principales tareas del desarrollo en la adolescencia.

-¿Qué tan ambiciosas tienen que ser estas metas? 

-El establecimiento de metas debe ser lo más claro y realista posible. Para ello es fundamental comprender que la persona no se plantea objetivos en abstracto, sino que estas metas deben estar formuladas como acciones constituidas por pasos específicos que se vayan a realizar. Esto significa que deben contemplar planes de acción que estructuren esas posibilidades de ejecutarse. 

-¿Qué rol juegan en ello los educadores y otros adultos?

-Una tarea importante de quienes trabajamos con adolescentes es justamente propiciar una adecuada orientación sobre cómo organizar esas actividades, con el propósito de encauzar las acciones hacia una dirección realista, que gire en torno al desarrollo personal y a la satisfacción de las necesidades. Entonces, no se trata de qué tan ambiciosa sea esa meta, sino de cuánta organización hay para alcanzarla, cuáles son los pasos que se establecen en el plan de acción para lograrlas, de tal forma que la persona establezca un orden jerárquico de aquellas tareas a realizar, así como las decisiones que se deben tomar para alcanzar u obtener esas metas en términos de recursos, tiempo, posibles dificultades, valores y expectativas. 

La evaluación de los logros

-¿Cuál es la importancia de que los adolescentes sean capaces de evaluar sus logros?

-Un aspecto importante en el planteamiento de las metas es desarrollar el pensamiento y una actitud crítica que permita hacer una evaluación constante de su alcance, lo que hace posible que el adolescente descubra si las acciones y los pasos que está realizando van acorde con las metas planteadas, o si, por el contrario, deben realizarse cambios para encauzar las posibilidades de logros.

-¿Qué rol desempeñan los educadores y padres en el camino de establecer metas y propender al logro de ellas?

-Una función es acompañar el camino del planteamiento de metas, ser red de apoyo, convertirse en un recurso emocional que favorezca que los jóvenes alcancen sus objetivos. Señalar aspectos negativos, controlar psicológicamente o presionarlos para alcanzar metas que no son propias puede afectar no solo los vínculos con los adultos responsables, sino también el proyecto de vida del adolescente.

-¿Qué importancia tiene que los adolescentes conozcan tanto sus fortalezas como sus debilidades para tener logros?

-El autoconocimiento es uno de los aspectos primordiales en el desarrollo del ser humano. De manera específica, en la adolescencia la búsqueda de la identidad y su respectiva conformación se suscitan a raíz de las experiencias de la persona en su contexto. Por lo tanto, ese conocimiento de fortalezas y debilidades se convierte en un aspecto clave para conformar esa identidad. 

Reconocer aquellas en las que se tiene mayor habilidad versus las que requieren mayor esfuerzo permite que el adolescente sea más consciente de sus posibilidades, y esto, a su vez, favorece el proceso de toma de decisiones vitales. 

Cuando el adolescente logra articular aquello en lo que es bueno y en lo que debe esforzarse más, construye un plan enfocado en su realidad y esto le aporta mayores posibilidades de logro, pues sus acciones están direccionadas en coherencia con las dimensiones de su vida, lo que se complementa con los recursos externos que puede buscar para lograr sus objetivos. 

¿Quién es? 

Ana Estrella Meza es licenciada y bachiller en Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación de la Universidad de Costa Rica. Es docente en la Escuela de Orientación y Educación Especial de la Universidad de Costa Rica, e investigadora del Instituto de Investigaciones en Educación (INIE) de este establecimiento. Es también una experta en el ámbito educacional con jóvenes vulnerables. Ha coordinado proyectos de acción social y cuenta con publicaciones en materias como derechos de la niñez y adolescencia, proyecto de vida en población privada de libertad, equidad en la educación superior y embarazo adolescente.