“En la educación TP, lo esencial es que quien dicta la clase sea alguien de la industria, pues debe tener experiencia sobre el tema, contar situaciones, hechos y datos que un educador neto no tendría; es la motivación que los alumnos esperan y necesitan”, comienza señalando Ricardo Barriga, docente de Mecánica Automotriz y Maquinaria de la sede Puerto Montt de Duoc UC, quien agrega: “Dicho lo anterior, un profesional sin experiencia o instrucción en educación no sabrá cómo guiar a sus alumnos en ese viaje, por lo que es muy importante, sino vital, que tenga conocimientos de pedagogía, no necesariamente una carrera, pero sí las competencias adquiridas por una capacitación seria, que le den esas armas, que de otro modo harían imposible la buena transmisión de conocimientos”.

Claudia Montanares, chef instructor del Liceo Menesiano Sagrado Corazón, de Llay-Llay, afirma enfáticamente: “Es relevante (que tenga conocimientos de pedagogía) porque la metodología, estrategias y procesos evaluativos requieren un conocimiento más profundo que solamente información general. Además, para poder entregar contenidos en forma y desarrollar habilidades óptimas en los estudiantes”.

Ricardo Barriga, docente de Mecánica Automotriz y Maquinaria de la sede Puerto Montt de Duoc UC

Para Ricardo, los conocimientos que sí o sí debiera tener un profesor TP son los siguientes: “Conocimientos integrales y actualizados de la especialidad de la cual está a cargo; y desde el punto de vista instruccional, debe tener conocimientos de cómo se organiza una clase, se entregan los contenidos, se motiva a los alumnos, se solucionan conflictos, se detectan falencias particulares, adaptar contenidos a diferentes tipos de alumnos, tecnologías asociadas al desarrollo instruccional, etc.”.

Para Claudia se pueden resumir en tres tipos de conocimientos: “Primero, estar a la vanguardia de las nuevas técnicas de la especialidad. Segundo, conocer las nuevas estrategias pedagógicas que se puedan aplicar y tercero, comprender los requerimientos del mundo del trabajo (especialidad)”.

En la práctica, según Ricardo, existen dos tipos de educadores TP: “Los que lo traen en el ADN y los que deciden probar suerte. En el segundo caso, suelen ser educadores temporales, que no se adaptan a este ritmo y forma de hacer las cosas, pues tratar con equipos humanos debe ser de las labores más complicadas. De los primeros, puedo decir que hoy mis colegas son un verdadero baluarte, ya que siguen educando, a pesar de los múltiples retos que eso conlleva. Vivimos en una era en donde se responsabiliza al docente del resultado educativo, y si bien eso es cierto, solo lo es en parte”.

Claudia Montanares, chef instructor del Liceo Menesiano Sagrado Corazón, de Llay-Llay 

Para Claudia, hoy los profesores técnico-profesionales están más capacitados: “En nuestro establecimiento, constantemente participamos de capacitaciones de especialidad y ámbito pedagógico. Estas nos han permitido ir por el camino de la mejora pedagógica y de logros alcanzados a nivel de competencias y prácticas profesionales de nuestros estudiantes”.

“Una institución no puede esperar que sus docentes (al menos no todos) tengan todas las herramientas necesarias para realizar una excelente labor de forma innata, se deben adquirir, y es la institución la que debe estar a cargo de esto. Un buen equipo y políticas de participación son la única forma de tener docentes TP de la calidad requerida, para que sea esta formación la que lleve a nuestro país al siguiente nivel”, concluye Ricardo.