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Regístrate y accede a la revistaCuando un profesor adquiere sólidas competencias técnicas y científicas, una base humana y moral y un exquisito conocimiento de las personas, que acompaña, protege, dirige y está presente, estamos en presencia de un mentor, nos cuenta desde Rosario (Argentina) Luis Tesolat.
Explica el profesional argentino, que “un profesor mentor no se logra de la noche a la mañana. Se requiere de tiempo, formación y un entrenamiento en herramientas de coaching y mentoring para que logre ser, antes que nada, un auténtico líder, capaz de inspirar y motivar las mentes y los corazones de sus estudiantes para que estos den la mejor versión de sí mismos, tanto en lo personal como en lo profesional”.
Por segundo año consecutivo en Fundación Irarrázaval, Luis Tesolat dicta el curso“El profesor de especialidad como mentor”, en el cual están participando más de 20 docentes de distintos colegios de la RED.
-¿Cómo se forma ese liderazgo?
-El logro de este liderazgo en servicio, base y esencia de todo buen profesor mentor, requiere del entrenamiento de cuatro aprendizajes claves e inspiradores:
“Un profesor mentor no se logra de la noche a la mañana. Se requiere de tiempo, formación y un entrenamiento en herramientas de coaching y mentoring para que logre ser, antes que nada, un auténtico líder”, dice Luis Tesolat.
-En esa línea, ¿cuáles son las capacidades claves de los líderes TP?
-Decía Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo”. Por lo tanto, un profesor TP debe ser una persona dispuesta a hacer “lo distinto” y, para esto, en primer lugar, debe poseer un rasgo distintivo, que es el de ser un líder en servicio capaz de poseer las cualidades de un mentor. Sobre la base de las experiencias de estos años de trabajo en el tema, distingo las siguientes capacidades que definen como líder a un profesor TP:
1. Compromiso en la gestión para resignificar su manera de ser y de hacer:
2. Competencias que trabajan en equipo:
3. Conciencia del desafío que debe asumir en tiempos de cambios e incertidumbres:
4. Ser puente entre el deseo y los logros de sus estudiantes:
Sin dudas, el liderazgo transformador de un profesor TP es lo que la educación técnico profesional está necesitando.
-¿Es posible que un buen mentor pueda asegurar a los alumnos la continuidad laboral? Dicen que la educación dual es una buena alternativa, ¿puede ser?
-Hace unos años, en un reportaje que le hicieron a Marcelo Bielsa cuando era DT del Athletic Bilbao, decía: “Los entrenadores podemos cometer dos pecados: hacer caminar a jugadores que vuelan o hacer volar a los que caminan. Si tengo que ir al infierno, prefiero que sea por lo segundo”. Pensando en esta afirmación de Bielsa, que sirve para quienes de alguna manera deben educar a otros, reflexiono acerca de qué tipo de educación deben brindar en el colegio los profesores mentores TP a sus estudiantes, de modo que estos tengan las herramientas adecuadas antes de salir al mundo laboral y asegurarse, no solo de que tengan continuidad en él, sino que aprendan a volar, logren dar lo mejor de sí y se superen.
Los requisitos, si se pudiera llamar así, que deben cumplir los profesores mentores TP para lograr hacer volar a sus estudiantes son:
• Exigir un poco más porque todos damos un poco menos de lo que podemos.
• Exigir más no solo por los resultados (hacer), sino para que desplieguen al máximo sus posibilidades (ser).
• Exigir no de acuerdo a lo que son, sino a lo que queremos que sean.
• Depositar confianza en los demás: el “tú puedes” puede generar algo inesperado.
• Valorar el potencial ajeno es clave para delegar en el otro su propia capacidad de superación.
• Generar condiciones adecuadas de mejora personal y profesional.
• Desarrollar en ellos talentos que ni ellos mismos imaginan.
• Creer en ellos y ellas antes de que ellos crean en sí mismos.
Ahora bien, teniendo como premisa y punto de partida todo esto que vengo diciendo, pensemos en la educación dual. No dudo que puede resultar útil, aunque no condición necesaria, que los estudiantes tengan acceso a un sistema de alternancia graduado y regulado en el tiempo como una manera de conocer el ámbito laboral en el que luego se van a desempeñar, o no, siempre y cuando esto no les reste tiempo de todos aquellos saberes necesarios que deben incorporar antes de salir al mundo laboral y que solo una institución educativa puede brindar. A veces considero que el mejor lugar de trabajo al que un estudiante TP debe salir es el propio taller que se encuentra en el mismo establecimiento, donde son los mismos profesores quienes, con criterio acertado, les enseñan las prácticas correspondientes.
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