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Regístrate y accede a la revistaTormentas, hielos derretidos, sequías, huracanes… muchos de estos fenómenos son consecuencia del llamado “cambio climático” que, a veces, puede sonar a catástrofe y niños y niñas pueden asustarse con estos acontecimientos. ¿Cómo hablar del tema sin que suene a fin del mundo? El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del Gobierno de Chile realizó una guía, junto a un equipo de psicólogas especialistas en infancia, con el fin de apoyar a padres, madres y profesores en el tratamiento de estos temas, sin transmitir la idea de un futuro catastrófico. A continuación, un resumen de los diez consejos que entrega esta guía:
Cultive la esperanza:
se recomienda contarles a los niños y jóvenes que muchas personas están trabajando para enfrentar el cambio climático y que cuando las personas trabajan juntas pueden resolver grandes problemas y encontrar excelentes soluciones. Un ejemplo es cómo se han dejado de utilizar bolsas plásticas en pos de las reciclables.
Ayude a poner sus emociones en palabras:
observe y escuche a los niños y niñas. Ofrezca alternativas de emociones para ayudar a que el niño o niña identifique las propias. Por ejemplo, se les puede decir: “Parece que esto te preocupa”, “¿esto te hace sentir frustrado?”, “veo que te entusiasma ayudar a reciclar”, etc.
Validar las emociones:
se aconseja decirles a las personas que sentimos diversas emociones frente al cambio climático, y todas son válidas. Acompañar sin criticar ni juzgar lo que siente.
Favorezca que niñas y niños expresen sus ideas:
escuchar atentamente cuando el niño o la niña compartan sus ideas. También se les puede preguntar: ¿qué piensas sobre esto?, ¿qué harías tú en esta situación? De esta manera se fomenta el pensamiento crítico, que les permitirá tomar acciones frente a este tema.
Responda las preguntas de manera honesta y clara:
escuchar sus comentarios y aclarar dudas, explique de forma simple y de acuerdo a su edad qué es el cambio climático. Por ejemplo, si un niño o niña pregunta si se va a acabar el mundo, podemos responderle qué habrá cambios, pero que podemos adaptarnos a ellos.
Evite los mensajes e imágenes catastróficos:
no exponer a niñas y niños a contenidos alarmantes que se exhiben en los medios de comunicación y redes sociales. Intente dar una visión optimista frente a información preocupante, mostrando posibles soluciones.
Valore los esfuerzos de los niños y niñas para cuidar el medio ambiente:
reconozca los intentos por hacer algo positivo por el medio ambiente y explíqueles cómo sus habilidades pueden ser usadas para ayudar en esta tarea. “¿Cómo se te ocurrió hacer un huerto? ¿Cómo lo construiste? ¡Qué buena idea!”.
Promueva la acción climática:
incentive y explique qué acciones pueden hacer para ayudar al medio ambiente en su vida diaria, por ejemplo: ahorro de agua a través de duchas más cortas, cerrar las llaves, reciclar, evitar el uso de plásticos de un solo uso, entre otras. Recordarles que hacer pequeñas acciones de a poco es mejor que no hacer nada.
Ayúdele a encontrar un sentido a la acción climática:
destaque todas las acciones que hace el niño o niña por proteger la naturaleza, mostrando y dándoles un significado positivo. Reflexione sobre el impacto que tienen sus acciones en la naturaleza.
Promueva el contacto de los niños y niñas con la naturaleza:
dé oportunidades para que los niños y niñas puedan aprender y explorar la naturaleza y aproveche esos momentos para transmitirles la importancia de cuidar el medio ambiente. El contacto con la naturaleza ayuda a reducir el estrés, nos hace sentir más felices y nos motiva a cuidar el planeta.
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