Solo el 1,6% de los adultos chilenos alcanza los niveles más elevados de competencia en comprensión lectora, en comparación con el 10,6% de media en los países participantes de la OCDE. Esta preocupante cifra de la encuesta PIAAC 2018 (Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de Adultos). Según Evelyn Cordero, presidenta de la Fundación Arrebol, las nuevas generaciones están experimentando una nueva manera de aprender a leer, hecho que podría ayudar a mejorar estos números en el futuro.

La presidenta de Fundación Arrebol

“Hoy tenemos grandes porcentajes de analfabetos funcionales, que saben leer y escribir, pero no entienden. En el pasado, la comprensión del lenguaje se enfocaba en desagregar los textos, separar en sílabas. Hoy se entiende de una manera más holística, ligando la lectura a un contexto en la vida”. Los colegios y el Estado, asegura Cordero, han tomado este desafío de manera muy seria. Cambiando la estrategia de enseñanza para que esté ligada a una experiencia positiva y atractiva y no como una práctica impuesta.

Evelyn entrega cinco consejos para mejorar la comprensión lectora en los jóvenes:

1. Cuidar el clima:

Leer conlleva a un proceso de imaginación, y los ruidos impiden que se de de manera correcta. Cordero explica que la memoria es frágil y cuando uno no se concentra, hay que releer y eso desincentiva la lectura. La pandemia hace aún más difícil este proceso, pero se aconseja que, en la medida de lo posible, propiciar un ambiente de silencio y sin distracciones a la hora de leer.

2. Que los jóvenes elijan sus propios textos:

“Esto está siendo considerado por las escuelas”, cuenta Evelyn, dónde se está ofreciendo una mayor gama de lecturas y se aceptan sugerencias de parte de los estudiantes. Si un texto hace sentido, no solo le va a interesar la lectura, sino que querrá compartir con otros lo que leen “y lo interesante de eso es que, al conversar, uno hace procesos cognitivos que tienen que ver con la comprensión de lo que leí. No puedo contar algo que no comprendo”.

Un factor positivo en este punto, es que hoy se está ofreciendo una gran gama de textos que antes no se consideraban como historietas, manga, cuentos, poemas, ficción e incluso textos informativos (divulgación científica, ciencias sociales, cosmos y universo).

3. Lectura utilitaria:

Lees instrucciones para comprender un juego, o armar algo, preparar una receta, son informativos y tienen que ver con la utilidad específica y comprender ese texto es clave para tener éxito en el proyecto.

4. Transformación del texto:

Para un docente, la manera de asegurarse de que el alumno entendió un texto en específico, es pedirle que extraiga la información de alguna forma. Infografías, sketchnotes, video, podcast, resumen. “Lo que sea que implique la transformación del texto, porque si no he comprendido, no tendría cómo hacerlo”, dice Cordero.

5. Conversar sobre lo que se lee:

Como mencionábamos anteriormente, una lectura interesante lleva a tanto niños como jóvenes y adultos a querer compartir y conversar sobre lo que se leyó. Esto implica necesariamente un proceso de comprensión. Generar instancias en la familia y en la sala de clases donde se pueda hablar sobre textos leídos es una gran práctica. No tiene que estar relacionado con la materia, puede ser un espacio donde los participantes cuenten sobre lo que sea que hayan leído esa semana, por ejemplo, y entregar un pequeño resumen.