Muchas emociones, sensaciones y pensamientos pueden estar surgiendo con la vuelta a clases. La fundación Neyün preparó un documento con siete consejos prácticos, desde la visión del Mindfulness y la Neurociencia, para ayudar a las comunidades escolares a volver con menos ansiedad y mayor presencia. 

Las rutinas, valorar los aprendizajes, escuchar lo que sentimos, generar espacios de desahogo son algunas de las recomendaciones que entrega el documento para llevar a cabo junto a los alumnos, y que se pueden poner en práctica tanto de manera presencial como virtual:

1. Crear rutinas: Junto a tus estudiantes, acuerden una “Lista de autocuidado” en la que se comprometen individual y grupalmente a esforzarse en cumplirla y tenerla presente.
2. Valorar el aprendizaje no académico: Puedes intencionar momentos para detenerse y rescatar el aprendizaje que sí ocurrió durante el año, poniendo un foco especial en la resiliencia y la autonomía. Puedes invitarlos(as) a ellos(as) a que realicen el mismo ejercicio.
3. Toda experiencia es importante: validemos cómo nos sentimos. Intenta generar momentos seguros y cálidos en los que se converse y reflexione sobre cómo se están sintiendo.
4. Nos preparamos para un encuentro diferente: La comunidad educativa, en la medida que retorne a clases presenciales, volverá a
   encontrarse físicamente tras un año sin verse, lo cual puede conllevar diversos desafíos para los y las estudiantes. Intenta generar espacios para que todos(as) tus estudiantes puedan desahogarse y compartir cómo se sienten con estas “normas sanitarias”.
5. La socialización puede requerir tiempo: Crear instancias exclusivamente para favorecer el reencuentro, como momentos
   de reflexión, de conversación y de juego considerando el distanciamiento físico.
6. Aprovechemos de mirarnos y reconstruirnos: ¿cómo podemos hacer que nuestro sistema educativo sea menos estresante?
   Desde este punto de vista, es clave escuchar las demandas estudiantiles y flexibilizar el contenido curricular y las evaluaciones. En esa misma línea, generar espacios dedicados exclusivamente a cultivar el bienestar socioemocional de nuestros(as) niños, niñas, jóvenes, y también de los(as) docentes, quienes experimentan una alta tasa de estrés y agotamiento.
7. Disminuir las expectativas de esta vuelta a clases: Inevitablemente después de más de un año sin vernos se genera una gran expectativa con el reencuentro. Sin embargo, puede ocurrir que todo lo que se tenía planificado tenga que cambiar de un momento a otro o que algunas cosas no resulten como se esperaba y eso no es culpa de nadie. Es fundamental aceptar que van a ocurrir ciertas situaciones inesperadas y que no se podrá tener el control sobre todas ellas. Conocer esta realidad puede disminuir la presión, el estrés o posibles frustraciones.

¡Revisa el documento completo aquí!

Recomendaciones vuelta a clases y salud mental (1)