Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revistaJames Heckman, economista ganador del Premio Nobel publicó recientemente el informe “Promover habilidades”, donde demuestra que no basta con invertir en el sistema escolar para disminuir las brechas sociales y sacar de la pobreza a los sectores más vulnerables de la población, sino que además y especialmente hay que generar instancias de apoyo y acompañamiento a las familias.
La pandemia ha demostrado la importancia de la escuela presencial en la educación de sus hijos, pero también la enorme incidencia de las familias en el rendimiento escolar y la vida laboral de los niños y adolescentes. El Premio Nobel de economía James Heckman, en un trabajo reciente, explica que esa incidencia se debe a la capacidad de los padres de trasmitir habilidades fundamentales a sus hijos.
La investigación de HecKman se basó en un análisis comparativo de EE.UU. y Dinamarca. “Dinamarca se enorgullece de contar con escuelas de alta calidad, sin disparidad aparente en cuanto a gasto en todas las regiones o grupos sociales; sin embargo, el país tiene el mismo alto nivel de inequidad educativa que EE.UU.”, señala Premio Nobel. ¿Qué estaría incidiendo en esto? La familia. El aporte específico de los padres, según concluye James Heckman, no se refiere a su capacidad de enseñar materias reemplazando a los maestros, sino de trasmitir habilidades, especialmente las relacionadas con el autocontrol y la cooperación.
En resumen, el estudio “Promover habilidades” explica que:
La buena noticia
La pandemia está demostrado tanto a las escuelas como a los padres la necesidad de verse mutuamente como un equipo para lograr el éxito escolar de niños y adolescentes. Varios estudios en terreno avalan el trabajo de James Heckman, confirmando que si el apoyo económico e institucional llega también a los hogares y se trabaja con las familias en “escuelas para padres”, la formación niños y adolescentes marcha a mejor ritmo y con mejores resultados.
• En Irlanda, el Geary Institute for Public Policy diseñó un programa de acompañamiento a 230 familias vulnerables de Dublín durante cinco años. Se les enseñó sobre los procesos de desarrollo de los niños y su aporte a través de una paternidad positiva. Al cabo de cinco años se verificó la incidencia en una mejor preparación de los niños y niñas para ingresar a la escuela “particularmente en términos de desarrollo cognitivo, bienestar físico y habilidades motoras”.
• En Kingston, Jamaica, se implementó un programa de apoyo a familias, beneficiándose a 127 niños desnutridos de entre 9 y 24 meses de edad. Dos décadas después, los investigadores comprobaron que se había logrado más años de escolaridad, mayores competencias cognitivas y no cognitivas, y un mayor índice de matricula universitaria de los niños que participaron en el programa.
• ParentChild+, ONG norteamericana, desde hace 50 años implementa “The Verbal Interaction Project”
en muchos países del mundo. Es un programa de desarrollo de la comunicación verbal entre padres e hijos. Sus resultados confirman que los adolescentes que durante sus tres primeros años de vida conversaron más con sus padres obtienen hasta un 27% mejores resultados en comprensión de lectura.
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.