Producto de la pandemia, 235 mil estudiantes de primero básico de colegios municipales y particulares subvencionados podrían terminar el año sin aprender a leer y escribir. A partir de este problema surge Salvemos el 2020, un proyecto social que apoya el aprendizaje de lectoescritura de manera remota a más de 1.300 niños de seis regiones del país. “Nos dimos cuenta de que la suspensión de clases estaba afectando de manera muy grave el avance en la educación de niños y niñas, especialmente en los más pequeños”, explica Guillermo Tagle, fundador de Salvemos el 2020.

La iniciativa conecta una red de tutores voluntarios que acompañan de manera personalizada a niños de primero básico en coordinación con cada profesor. “Tenemos la convicción de que debemos estar al servicio de los docentes y no trabajar de forma paralela. Es por eso que los tutores usan la misma metodología de enseñanza que utilizan los niños en el colegio”, explica Guillermo y agrega que “queremos ser un par de manos extra para motivar al niño, hacer seguimiento y conocer el estado de avance de cada uno”.

José Castro es el único docente de la Escuela Nº 120 Los Guindos, comuna de Lago Ranco, y lleva el establecimiento junto a su señora, Mirta Adams, quien se encarga de la cocina y lo apoya en lo académico. Escuchó del proyecto por unos vecinos de la zona e inscribió a tres de sus seis niños en Salvemos el 2020. “Ha sido de gran ayuda porque las tutoras han podido mantener a los niños motivados y les dan ánimo. Tanto yo como los apoderados hemos visto el avance de estos niños. Estamos tratando de extenderlo durante el verano para no perder lo aprendido”, explica.

Para ser voluntario

No es necesario haber estudiado una carrera específica, pero sí ser mayor de edad y pasar por una revisión de antecedentes. Colegios y voluntarios pueden registrarse y obtener más información en la página www.salvemosel2020.cl y en la cuenta de Instagram @salvemosel2020.

—Sabemos que, en el desarrollo de la educación, el aprendizaje de la lectoescritura es el punto más crítico para poder avanzar en los años siguientes no solo en las asignaturas escolares, sino también para poder abrir las puertas de las oportunidades en todos los ámbitos de la vida de la persona. El atraso en el aprendizaje de la lectoescritura, implica un atraso en la posibilidad de insertarse en la sociedad y por eso hemos decidido poner todo nuestro esfuerzo en lograr que ningún niño o niña de Chile se quede sin aprender a leer y escribir este 2020.

—Muchos colegios quieren seguir con nosotros el 2021 y para siempre. Por eso estamos armando una fundación y queremos contar con un equipo profesional que funcione de manera estable y profesional y no de forma voluntaria como lo es hoy. No ha habido ningún peso de financiamiento. Ha sido todo a punta de buena voluntad, de cariño y de mucha gente que se enamoró de este proyecto.